Alejandro Domínguez publicó una carta a trece horas de su encuentro con los presidentes de River, Rodolfo D'Onofrio y de Boca, Daniel Angelici, donde deberán resolver el pedido de este último para que le otorguen los puntos y por ende la Copa. 

En su misiva, el dirigente paraguayo sostiene que el sábado puso sus "mejores esfuerzos para velar por la integridad de todos: desde los jugadores hasta el público" que esperó en El Monumental y "e acuerdo con ambos presidentes, tomé las decisiones para el bien de todos los involucrados", es decir suspender el partido. 

No obstante, el presidente de la institución continental dedicó un párrafo hacia los encargados de la seguridad. "Claramente fallaron los protocolos y las autoridades no estuvieron a la altura de las circunstancias", sostuvo Domínguez. 

A pocas horas de juntarse con Angelici y D'Onofrio les pidió que "entiendan que la responsabilidad que tienen en sus manos va mucho más allá de solamente defender sus colores y los intereses de sus socios" si no también sobre el fútbol sudamericano. 

Los tres habían firmado el sábado un "pacto de caballeros" donde se comprometían a definir el campeón en la cancha, postura que se modificó en Boca a raíz de la presión de los hinchas y algunos dirigentes. 

"En la CONMEBOL que presido, el fútbol no se gana con piedras ni agresiones. Lo ganan los jugadores en la cancha", es la frase que más retumba de la carta escrita por Domínguez, ya que contemplaría el pedido de River de jugar el partido que queda. 

La resolución se conocerá mañana después de la reunión que comenzará a las 10 y, aunque los trascendidos indican que Conmebol insistirá en jugar el partido, habrá que esperar a la confirmación oficial.