La Conmebol responsabilizó al Estado por los incidentes que ocurrieron el sábado 2 de noviembre en la previa de la final de la Copa Libertadores entre River y Boca que se iba a jugar en el estadio Monumental. Mientras varios medios compararon el hecho violento con el episodio del gas pimienta en 2015, la Conmebol calificó ambos actos como "diametralmente distintos".

"Los incidentes ocurridos fuera de los anillos de seguridad fueron el resultado de la negligencia de las fuerzas del orden público, quienes no arbitraron todos los mecanismos necesarios para garantizar la seguridad", argumentó la Conmebol en su fallo. 

Los miembros del Tribunal de Disciplina, formado por el paraguayo Eduardo Gross Brown, la venezolana Amarilis Belisario y el chileno Cristobal Valdés, ratificaron su posición por las declaraciones de Martín Ocampo, ex ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires: "Confirma la posición de este tribunal con sus declaraciones el Sr. Martín Ocampo, quien renunció a su cargo el lunes 26 de noviembre, a causa de las repercusiones sobre el operativo de seguridad".

En cuanto al pedido de Boca y el antecedente de 2015 con el gas pimienta, el organismo sudamericano consideró que los hechos son completamente distintos: "En el caso del gas pimienta 2015 ocurrió no solamente dentro del estadio sino dentro de la manga donde se encontraban los jugadores ingresando al campo de juego para la reanudación del partido en el segundo tiempo, siendo esta el área de mayor restricción".

"Los incidentes ocurridos fuera de los anillos de seguridad fueron el resultado de la negligencia de las fuerzas del orden público"

Finalmente, desde el tribunal evaluaron la situación y consideraron que  "los actos de violencia bajo ningún criterio son justificables", sin embargo, no puede resolver como pedía Boca "por entender que son situaciones diametralmente distintas".