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Fueron a ver a Racing a Venezuela y quedaron varados por el cierre de fronteras

Adrián Tevere y Evelyn Saldaño vieron el debut triunfal de La Academia en Mérida, se tomaron unos días de vacaciones y cuando intentaron volver al país, no pudieron por el avance de la pandemia de coronavirus.

Fueron a ver a Racing a Venezuela y quedaron varados por el cierre de fronteras
Fueron a ver a Racing a Venezuela y quedaron varados por el cierre de fronteras

Lo que comenzó siendo un viaje soñado, se convirtió en una pesadilla que aún no tiene fin. Adrián Tevere y Evelyn Saldaño son hinchas fanáticos de Racing y el 3 de marzo partieron rumbo a Venezuela, donde disfrutaron del debut triunfal de la Academia en la Copa Libertadores ante Estudiantes de Mérida.

El plan seguía siendo perfecto mientras pasaban unos días de vacaciones en la playa, hasta que los sorprendió el avance de la pandemia de coronavirus (Covid-19) y todo cambió.

Hace dos semanas, la pareja se encuentra varada en San Antonio del Táchira, un pueblito lindero con Cúcuta, ya que su regreso a Buenos Aires estaba previsto desde Colombia. Dicho país, cerró sus fronteras el 14 de marzo pasado, dos días antes de que ellos volvieran.

Están parando en un hotel que les permite pagar con tarjeta y así guardarse el poco efectivo que les queda para comprar comida. Pero los días pasan, los recursos se les agotan y encima ni desde la Embajada ni de la Cancillería les dan una respuesta para ayudarlos.

"Me ofrecieron irme a México y desde ahí volver. No sé por qué. No quiero salir y estar varada en otro país. Quiero volver a mi casa", contó Saldaño en diálogo con el programa Código de Barras de Radio Zónica.

Evelyn y Adrián son conscientes de la gravedad del problema que se les aproxima. "La situación es bastante desesperante porque los recursos se agotan. La frontera de Colombia abre el 30 de mayo y nosotros no podemos esperar hasta esa fecha para volver a nuestras casas porque no tenemos más plata", dijo la joven de 29 años.

Y añadió: "Mi novio se cansó, ya no espera más nada de nadie y fue a ver si consigue trabajo acá. No podemos solventarnos tres meses como estipulan".

Los días pasan y Evelyn y Adrián sólo esperan ese llamado de la Embajada o la Cancillería, para poder emprender la vuelta a casa y que todo pase a ser una anécdota.

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