Desde hace varias semanas, el campo de juego de River Plate desapareció y el Monumental pasó a ser una obra en construcción millonaria. Por una decisión histórica y para ponerse a tono con los estándares internacionales, el club decidió cambiar el sistema por un mixto entre pasto sintético y césped natural.
Para eso, debió levantar todo tipo de simientos vinculados a la estructura que ha mejorado con el último tiempo, pero cuya cercanía con el Río de la Plata ha generado innundaciones constantes y problemas con las lluvias. Sin embargo, mientras los tractores y excavadoras avanzan constantemente, los trabajdores se llevaron una grata sorpresa.
Tres elementos metálicos se hicieron presentes en la superficie y se trató nada más y nada menos que de tres herraduras. Resulta que antes de que River adquiera las tierras en 1934, allí se había montado el Hipódromo de Belgrano, que luego fue trasladado a Palermo, donde lleva varios años en actividad.
Sin embargo, ese espacio cerró hace más de 120 años dejando esas reliquias que se convertirán en una nueva atracción del Museo River como parte de estas históricas obras que se realizan en el centro del predio de la calle Figueroa Alcorta, donde además se montará un espacio para que, en los próximos años, se monten nuevas plateas, acercando a la gente al campo de juego.