Gio Queiroz, la actual jugadora de Levante, de España, denunció "acoso laboral y violencia psicológica contra las mujeres" durente su paso por Barcelona. En una carta abierta que publicó en sus redes sociales y está dirigida al mandatario del club catalán, Joan Laporta, la futbolista detalló los graves hechos que la hicieron vivir en la institución.
"No ha sido fácil llegar a este punto. Fueron muchos meses de angustia y sufrimiento. A pesar de todo lo que he pasado, hoy me siento capaz de denunciar las conductas abusivas que sufrí dentro del fútbol femenino del FC Barcelona. Espero que mi testimonio sirva también para que otras mujeres que sufren o han sufrido algún tipo de abuso o violencia rompan el silencio, alcen la voz y denuncien a sus agresores", comienza el escrito.
Gio explicó que todo lo que le sucedió tuvo lugar después de ingresar al club, en julio de 2020, cuando fue convocada a la Selección de Brasil. "A partir de ese momento comencé a recibir un trato distinto dentro del club", asegura. Y continúa: "Primero recibí indicaciones de que jugar con la selección brasileña no sería lo mejor para mi futuro dentro del club. A pesar del desagradable y persistente acoso, no le di mucha importancia al asunto".
Sin emabrgo, la futbolista de 18 años describe que con el correr del tiempo la situación se fue haciendo cada vez más insostenible. "Comenzaron a realizarse otros mecanismos de presión. Me estaban acorralando de manera abusiva para que renunciara a defender a la Selección Brasileña. Se utilizaron métodos arbitrarios con el claro objeto de perjudicar mi vida profesional dentro del club".
Queiroz denunció que en febrero de 2021 fue sometida "a un confinamiento ilegal por parte del jefe de los servicios médicos del club" por un contacto estrecho con un positivo por coronavirus (COVID-19). "Me encerraron ilegalmente y no pude salir de casa. No podía entrenar ni tener una rutina normal. Estaba devastada", reveló.
"No se puede aceptar ni tolerar la cultura del acoso y la violencia machista contra las mujeres. La gran mayoría de los agresores utilizan su poder dentro de las corporaciones para subyugar a sus víctimas, incluidas las más vulnerables, como son las jóvenes menores de edad", aseguró Gio Queiroz.
Luego de cumplir la cuarentena, Gio recibió la autorización de FIFA para incorporarse a la selección brasileña. Pero a su vuelta, se encontró con otra situación desagradable. "Me llamaron a una reunión con el director el club. Fui acusada de haber cometido un una grave indisciplina y que, por ello, sería apartada del equipo y sufriría graves consecuencias. Me quedé completamente en shock", contó. Y agregó: "Entré en pánico. Temí por mi futuro. Volví a casa completamente destrozada. Lloré muchas veces. Sentí un enorme vacío. No tenía fuerzas para luchar por mis derechos. A partir de ese momento mi vida cambió para siempre. Estuve completamente expuesta a situaciones humillantes y vergonzosas durante meses. Con el paso del tiempo el abuso y la violencia psicológica se hicieron más intensos y destructivos. La mujeres merecemos respeto y dignidad".
Por último, Queiroz sostuvo que Barcelona no es el responsable directo de las conductas abusivas que denuncia, pero aclara: "El club debe ser responsable de velar por la integridad física, mental, psíquica y moral frente a cualquier forma de violencia. Espero que el Barcelona actúe de manera consecuente y transparente".