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Valentina Fernández la campeona sudamericana de Pole Dance nos habla acerca de los prejuicios y la superación

Charlamos con la bailarina y nos contó qué la cautivó de esta disciplina, cómo llego a ser la mejor de su categoría y qué es lo que viene.

Valentina Fernández la campeona sudamericana de Pole Dance nos habla acerca de los prejuicios y la superación

La historia de Valentina Fernández tiene ese no sé qué de las historias que nos atrapan. Algo de sacrificio, una pizca de superación y mucho de rebeldía.  Porque desde que encontró cuál era su camino, no solo conquistó a la barra que la desafía a diario, sino a aquellos que tenían prejuicios para con esta disciplina.

La chica nacida en Don Torcuato, estaba destinada a bailar, por eso es que comenzó en sus inicios con la danza clásica y contemporánea, y fue de grande (para estas disciplinas, porque ella es muy  joven) que un día viendo a su madre, comenzó a practicar junto a  ella Pole Dance.

Luego de pocos meses, pero mucho sacrificio, se presentó en una competencia en categoría amateur que le dio la confianza para que ese mismo año, 2018, pudiera obtener tres títulos y convertirse en  Campeona Argentina, Panamericana y Bonaerense.

Su pasión la trasladó a Nueva York, donde se perfeccionó con artistas internacionales como Thayne Riley Jasperson, y tomó clases en las escuelas Body & Pole y Broadway Dance Center. También, participó de seminarios en Brasil a cargo de Natalia Tatarintseva y Guilherme Ambrosio, y de los reconocidos  Anastasia Skukhtorova, Marlo Fizken, Kenneth Kao, a nivel nacional

Tuvimos el placer de hablar con ella de cómo es que, de la habitación de su mamá y en muy poco tiempo, ganó los tres títulos más importantes de esta competencia.

“Un día llegue del colegio a casa, fui a la habitación de mi mamá y encontré ahí el caño, y era porque ella había empezado a hacer esa disciplina y me dio intriga. Ahí comencé a tomar clases con ella. Y después de un mes, la profesora que nos daba instruía me dijo que le gustaría verme competir” nos cuenta con total incredulidad y sorpresa.

Y agregó: “Hice un video de audición y al mes y medio estaba compitiendo en el bonaerense, después vino la competición en el Panamericano, también la gané y bueno, después me terminé dedicando a esta disciplina”.

En 2018, obtuvo los tres títulos que la convirtieron en  Campeona Argentina, Panamericana y Bonaerense.

Luego de felicitarla, le preguntamos ¿Qué fue lo que la cautivó de esta danza que la hizo abandonar el clásico?

“La danza es como muy rígida, y la verdad es que encontré libertad en el Pole Dance. En la forma del cuerpo, que en la danza es completamente predeterminado y riguroso, y también el compañerismo, que en la danza  no existe. Acá hay mujeres de todas las edades y todas estamos para apoyarnos y alentarnos a hacer más y mejores. Y esas cuestiones que pueden parecer simples, me conquistaron”.

Esta respuesta nos lleva directo a preguntarle acerca de los prejuicios que existen alrededor del Pole Dance.

“Yo nunca tuve prejuicios, porque siempre me dediqué al arte, hice la carrera de teatro musical, y encarnando distintos personajes, es como que los prejuicios desaparecen, nunca los tuve. Además mi mamá es bailarina, así que nunca tuve prejuicios. Pero me pasó más de grande que me preguntaban a qué me dedicaba y yo respondía `soy bailarina de Pole Dance` y tenía que aclarar `el baile del caño ‘y ahí veía todo tipo de reacciones y tenía que explicar que era una disciplina y demás. Y eso me hacía pensar en que existían estos prejuicios, explica.

"Mucha gente asocia casi al baile de caño, con los cabarets y la prostitución y no como a un deporte y una disciplina muy rigurosa".

Y agrega acerca de su entrenamiento: “Yo tengo rutinas muy exigentes, tengo entrenamiento de flexividad, de fuerza, de barra y de técnica. Normalmente las clases de Pole no tienen todo esto, pero yo compito entonces llevo todo a un extremo. Mi semana está muy cargada de entrenamiento de todo tipo y entreno cinco horas por día”.

Tras un año difícil, en el que más de uno tuvo que reinventarse, Valentina  transformó su pasión en una empresa. Así nació VAF PACK, una plataforma que incluye desde clases de danzas hasta planes nutricionales enfocados en bailarines de élite, artistas, o atletas.

El pack además brinda viandas nutricionales especiales para cada persona, masajista para relajar el cuerpo y un plan de seguimiento especializado.

En cuanto a su carrera en el pole dance, retuvo los títulos obtenidos en 2019, por lo que sigue en la cima de esta disciplina en Sudamérica y el mundo. Además está coucheando a Mariana Genesio Peña y su partener para La Academia 2021, programa de Marcelo Tinelli.

Para salirnos un poco de lo estrictamente deportivo, y asociándolo con su faceta de docente le preguntamos en cuánto tiempo una persona puede treparse a la barra y cómo son sus clases.

“Yo trato que desde el primer momento las personas que llegan a mi clase estén en contacto con la barra, y los ejercicios de calentamiento, son con la barra. Y eso les va dando la confianza y una noción para que cuando empiecen a hacer los primeros trucos, ya sabes por dónde. Cómo empezar a aprender a dejar el peso en una pierna, y al final de la clase, la gente se sorprende, de lo que consiguen. Es re lindo”.

En su caso particular cuando compite además le gusta agregarle el plus de todo el camino recorrido, con respecto a eso nos cuenta: “Me gusta mucho el escenario, y para competir no solo armo la rutina con trucos y ya, sino que por mi formación actoral, me gusta contar una historia y que la gente se lleve algo. Es un todo, no solo trucos sobre la barra. Más allá de la medalla, me gusta cuando a través de la danza puedo conectar con la gente y cuando me bajo, me dicen `me hiciste sentir tal o cual cosa ‘eso me llena de satisfacción”.

Llena de proyectos, nos contó que lo que se viene, además de VAF PACK, es ir a competir a Europa, que por la pandemia quedó suspendido, pero tiene todo listo para ir a buscar nuevos títulos por el mundo y seguir haciendo lo que más ama.

Para cerrar nos deja una reflexión acerca del Pole Dance: “Todo el mundo puede hacer Pole Dance, no importa la edad o el peso. Y esta disciplina está buena para amigarse con el cuerpo, en especial las mujeres que venimos tan exigidas con este tema. Para hacer Pole Dance, necesitas usar ropa cortita y al cuerpo para poder subir a la barra, y eso hace que las personas comiencen a tener conciencia de su propio cuerpo, el que fuera, y ver lo pueden hacer con él. Aprenden a quererlo y a sentir la libertad y la fuerza, y se olvidan de los prejuicios con cada logro obtenido”, concluye la campeona.

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