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Volvió el público en el fútbol argentino: ¿Cómo es ir a la cancha en pandemia?

¿Se cumplieron los protocolos? ¿Qué permisos piden? ¿Se superó el aforo permitido? ¿Les solicitaron a los barras el carnet de vacunación?. En esta nota, todos los detalles del empate entre Racing y Estudiantes, donde se vivió una fiesta y los hinchas repudiaron a la dirigencia y pidieron por un ídolo: “Milito es de Racing, de Racing de verdad”.

Volvió el público en el fútbol argentino: ¿Cómo es ir a la cancha en pandemia?
Foto: Racing Club

Pasaron 573 días, 19 meses, para que los hinchas regresen a las canchas de fútbol: fue el 10 de marzo de 2020 el último partido con público y, hasta entonces, en el país habían sido detectados solo 21 casos de covid-19 y una muerte. La historia es conocida y lamentable para todos, pero los fanáticos tuvieron un motivo de alegría este fin de semana.

Filo.News visitó el estadio Presidente Perón el domingo en el partido entre Racing y Estudiantes y en las tribunas se vivió una fiesta. Los hinchas ya sufrían de abstinencia y hasta una hora antes del partido cantaban por una victoria, tan ansiada por La Academia, que con el 1-1 final acumuló ocho encuentros sin ganar. Esta es la peor racha de los últimos ocho años y la debacle se pronunció de una forma contundente luego de la ida de Diego Milito de la secretaría técnica, quien se enfrentó con la dirigencia.

Sin estar en el Cilindro fue el protagonista del sentimiento de todos los hinchas que, sobre el final, exclamaron con desesperación un grito de guerra: “Milito es de Racing, de Racing de verdad”, y tampoco se olvidaron del presidente la institución, Víctor Blanco, y compañía: “La comisión, la comisión se va a la p… que lo parió”.

En la previa, desde el Ministerio de Salud y la cartera de Deportes remarcaron los siguientes protocolos: permiso de circulación en Cuidar, al menos una dosis de vacunación contra el coronavirus y barbijo obligatorio. Todo estaba sincronizado en la mencionada aplicación.

En el ingreso a la cancha, todo fue normal. Los vendedores de choripanes y hamburguesas pedían por favor que les compren: "Volvimos después de un año, vamos a darnos una mano entre todos", imploraban. En la calle Colón, que bordea el estadio, se acercó un caudal importante de hinchas caminando como de costumbre, algunos con el barbijo bajo y otros lo utilizaban correctamente, imagen que se repitió dentro del estadio, aunque la sensación de incumplir con el protocolo quedó mucho más firme, sobre todo cuando terminó el partido, momento en el que los hinchas salieron amontonados sin que nada haya cambiado desde febrero de 2020.

En el marco de la pandemia, lo único que cambió fue el pedido, por parte de los empleados de Utedyc, del permiso que se presentaba con el celular. La policía revisó a los hinchas igual que siempre, mientras que los barras bravas negociaban –sin barbijo- el ingreso en malón sin controles.

A media hora del comienzo del partido, con las cabeceras colmadas, los encargados de seguridad cerraron las puertas de las populares y los hinchas, desesperados, saltaban de una tribuna a otra. Nadie quedó conforme porque gente con la entrada canjeada se quedó afuera.

A ojo, las plateas tenían menos del 50 por ciento de aforo debido a que solo acudieron los abonados ya que no vendieron entradas, pero las populares estaban explotadas. La sensación es que el límite  de capacidad fue superado ampliamente, pero desde Racing sostienen que se canjearon aproximadamente 26 mil localidades.

Seamos sinceros: ¿con cuánta frecuencia los estadios están colmados al 100 por ciento? muy pocas veces. Solo se ve cuando un equipo pelea el campeonato o Racing -en otras épocas- cuando va mal.

La euforia era total: cánticos durante más de dos horas y lágrimas de emoción. La pandemia nos ha quitado mucho, seres queridos, momentos y tiempo, pero la pasión de los hinchas, sigue más fuerte que nunca.

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