Luego del reiterado escándalo vivido cuando debía disputarse la final de fútbol femenino de Mendoza entre Godoy Cruz e Independiente Rivadavia, el Gobierno liderado por Alfredo Cornejo evalúa la intervención de la Liga local debido a irregularidades financieras y organizativas.

A través de un comunicado, el gobierno mendocino enumera los motivos por lo que buscará llevar adelante la medida a través de la Dirección de Personas Jurídicas.

"La Liga informó, con fecha 29 de abril, la designación de un nuevo prosecretario, secretario y vicepresidentes primero y segundo. Sin embargo, dichas autoridades no se encuentran inscriptas ni validadas ante la Dirección de Personas Jurídicas, por lo que carecen de reconocimiento formal", explica el escrito. Y agrega: "También, se advierte la falta de actuación de los Revisores de Cuentas: Oscar Rosales, Cristian Carricondo y Guillermo Matus, quienes, según el marco estatutario, tienen la responsabilidad de fiscalizar a la Comisión Directiva y de informar desvíos o incumplimientos normativos. Hasta la fecha, no han presentado informes ni explicaciones respecto de las irregularidades detectadas en la entidad".

Otro punto que remarcan es el balance correspondiente al 2024, que fue presentado "fuera de término" y no cuenta con "aprobación de asesoría contable ni con dictamen profesional", mientras que "tampoco fue aprobado conforme a las exigencias legales vigentes".

"Se registran severas irregularidades en el manejo de recursos vinculados a la emisión de aptos médicos", completa el informe. En ese sentido, se analizan posibles hechos de "administración fraudulenta" y presunto "desvío de fondos de la institución hacia cuentas bancarias de familiares de las autoridades".

El objetivo de esta decisión es que el interventor designado regularice la situación de la institución dentro de un "lapso de tiempo" y convoque a una asamblea para renovar las autoridades, tal como lo establece el estatuto.

Qué pasó en la definición del fútbol femenino

La final del Torneo Clausura femenino de Mendoza entre Godoy Cruz e Independiente Rivadavia iba a disputarse el 21 de diciembre con la presencia de hinchas de ambos equipos. Sin embargo, se suspendió por falta de garantías, luego de que la cantidad de público que asistió superó las expectativas en función de los apenas 8 policías y alrededor de 20 agentes de seguridad privada que habían sido asignados, quienes no estaban en condiciones de garantizar el normal desarrollo del encuentro.

El duelo decisivo fue reprogramado para el domingo 28 de diciembre, pero una semana después, el desenlace fue el mismo: el número de asistentes duplicaba el aforo permitido de 150 personas por club -controladas por lista con nombres y DNI- y se produjeron incidentes con barras fuera del estadio Gutiérrez Sport Club.

"Responsabilizamos a la Liga Mendocina de Fútbol por el nuevo fracaso en la organización de la final del Torneo Clausura femenino. El operativo de seguridad dispuesto por el Ministerio de Seguridad y Justicia fue correcto y se desarrolló conforme a lo planificado", acusaron desde el Ministerio de Seguridad y Justicia de Mendoza. En ese sentido, tal como informa el Diario Uno, también se manifestó Giuliana Díaz, presidenta de la Comisión Femenina del fútbol provincial, quien apuntó directamente contra los responsables del fútbol local por "fallarles" a las jugadoras, a los clubes y a los hinchas.

En repudio por lo sucedido, las jugadoras de la Lepra y del Tomba salieron al campo de juego luego de asegurarse que sus familiares y amigos no habían sido afectados por los incidentes, y se tomaron una foto juntas y de espaldas a las cámaras, y otra mirando de frente.