Sentada frente a la pantalla de la computadora, con su trenza perfecta y luciendo la camiseta de la Selección Argentina. Después de terminar su clase virtual del colegio, Zoe Puente está preparada y le da la bienvenida a Filo.News con una sonrisa expectante, de esas que indican que hay una buena historia para contar... y escuchar.

"¿Por qué no tienen su calzado?", fue la pregunta disparadora que Zoe le hizo a Daniela, su mamá, y que -sin saberlo- terminó revolucionando sus vidas. Ella tiene 10 años, juega al fútbol desde los 3, y en medio de la cuarentena creó una campaña solidaria bautizada como Todos pueden Jugar, a través de la que recolecta y dona botines y zapatillas a aquellos nenes y nenas que no tienen.

"La iniciativa se me ocurrió porque conocí chicos y chicas que no tenían la oportunidad de tener un calzado o botines para jugar al fútbol, que es lo que a mí me apasiona, o para que jueguen a lo que quieran. Y cuando ella (su mamá) me explicó que no tienen suficiente dinero para comprárselos, entonces le pregunté si podíamos ayudarlos", relata Zoe, con una sensibilidad y madurez que impacta.

Más allá de la sorpresiva propuesta de la pequeña, mamá y papá no dudaron en aceptarla. Si bien la movida empezó entre familiares, amigos y conocidos, desde que se viralizó en las redes sociales, no paró de crecer. De hecho, hasta la casa del abuelo Luis se convirtió en sede receptora de donaciones.

En la primera entrega, donaron 123 pares al Hogar "Familias de Esperanza" y a La Cava. Este domingo, por el Día de la Niñez, repartirán más de 200 a la Mesa de Niñez y Adolescencia, de San Fernando, a la Parroquia San Vicente y al Club Jóvenes Deportistas de Lugano.

Para la jugadora de Platense (categoría Sub 10) y el Centro de Formación Roma, el fútbol es todo. Es la actividad que la moviliza más que cualquier otra cosa y la que la tiene entrenando casi todos los días de la semana en su casa, mientras el maldito coronavirus sigue empeñado con marcarle el ritmo al mundo. Y es, también, el puente que cruza para demostrar que en su vida no hay lugar para los prejuicios. ¿Qué importa si juega con varones o mujeres? "Mientras que juegue, juego con cualquiera. No me molesta", asegura. La pasión no se negocia.

Zoe dio sus primeros pasos en la escuela de Claudio Marangoni y compartía cancha con un equipo de varones. Si bien siempre se sintió a gusto, también tuvo que vivir momentos feos, como la vez que un árbitro no la dejaba jugar porque era una chica. "Me tenía que meter la trenza adentro de la camiseta para que me dejen jugar. Era un torneo que me encantaba, siempre iba a ver a todos mis compañeros. Y el día que me dejaron entrar, fue glorioso", recuerda.

Las camisetas de fútbol son la prenda predilecta de la hincha de Boca. Preferentemente, la número 13, como usa Alex Morgan, una de las figuras de la Selección de Estados Unidos, que es su ídola junto a Lionel Messi. "Mi sueño es conocer a Messi y a Alex Morgan. También jugar en Boca, en la Selección Argentina y en Barcelona", afirma la pequeña futbolista con la mirada entusiasmada.

"No puede entender cómo hay otros nenes que no tienen otra posibilidad", cuenta Daniela, que ayuda a su hija con la logística de las donaciones. Y sobre la iniciativa, con voz orgullosa, destaca: "La apoyo en todo. Pero más allá de que sea jugadora o goleadora, quiero que sea buena persona y feliz. Lo demás no importa".

Mientras el aislamiento la sigue manteniendo alejada de sus clubes, Zoe pone sus energías en la campaña, que la vive "como meter un gol pero afuera de la cancha". Y su felicidad se refleja en las sonrisas que ya le sacó a muchos chicos y chicas: "Me mandaron videos re lindos con los botines agradeciéndome y me desafiaron a que les juegue un partido cuando termine la cuarentena".

Zoe Puente aprendió bien la lección que le enseñaron en su casa y terminó regalando mucho más que botines: regaló valores. Y ese, es su gol más importante.