El diario The Sun volvió a hablar de la muerte de Michael Jackson a más de 10 años y por sobredosis de propofol, una de las drogas que habitualmente tomaba por todos los problemas físicos que sufría y que fueron revelados luego de varios años, más allá del documental en donde hablaron los detectives.

En esta nueva oportunidad, se expresó que parte de su deceso tuvo que ver con que dentro de su organismo se encoentraron pastillas parcialmente disueltas en el estómago y que solamente sobrevivía con una comida al día. Por otro lado, tenía marcas de inyecciones en cadera, muslos y hombros.

Conrad Murray, su médico personal, fue declarado culpable de homicidio involuntario por administrar incorrectamente la droga, la cual fue encontrada en muchas cantidades dentro del domicilio de Michael Jackson. Sin embargo, los detalles que tenían que ver con su aspecto físico fueron los más llamativos.

La autopsia reveló que, además de sus reconocidas operaciones, los labios fueron tatuados de color rosa mientras que sus cejas eran tatuajes negros y la parte delantera de su cuero cabelludo. "Cuando vi su cuero cabelludo observé cómola parte superior de su cabeza estaba calva. Además, tampoco tenía casi pelo en los costados", detallaba Scott Smith, uno de los detectives.

Al respecto de sus operaciones, se informó que el Rey del Pop sufría de vitiligo, una enfermedad de pigmentación, ya que su cuerpo estaba lleno de manchas, y que además tenía desfiguración por años de cirugía plástica, cicatrices detrás de las orejas, en la nariz, en la base del cuello, en las muñecas y los brazos.

Sin embargo una de las cuestiones más polémicas de la muerte tenían que ver con sus rodillas estaban con muchos signos de violencia, producto de alguna fuerte contusión, y además tenía cortes en la espalda, las cuales no se pudieron definir de qué se trataban esas lastimaduras.