Leopoldo Marechal nació el 11 de junio de 1900 y murió el 26 de junio de 1970 en la misma ciudad, cuyo nombre forma parte del título de su novela -una de las más importantes de la literatura argentina- "Adán Buenosayres", publicada el 30 de agosto de 1948, tras muchos años de elaboración. Una vez publicada, una de las pocas personas que elogiaron la obra, fue nada menos que el joven Julio Cortázar.
"Adán Buenosayres" es también una novela en clave. Detrás de los personajes principales se reconocen escritores y personajes de la vanguardia porteña que el autor conoció en su juventud. En el astrólogo Schultze se advierten rasgos de la personalidad del Xul Solar; el filósofo Samuel Tesler nos recuerda a Jacobo Fijman, poeta judío converso al catolicismo; a Jorge Luís Borges lo representa el poeta cegato y aficionado al criollismo, Luis Pereda; Raúl Scalabrini Ortiz está retratado en el petiso Bernini y Victoria Ocampo aparece caricaturizada en el Infierno de la Lujuria, en la figura de Titania.
Marechal tuvo una vida marcada por las letras y el compromiso político. En 1916 ingresó en la Escuela Normal de Maestros N° 2 Mariano Acosta. Egresó a fines de 1919 con el título de Maestro. Además fue bibliotecario y profesor de enseñanza secundaria; como escritor, fue poeta, dramaturgo, novelista y ensayista. Dejó una vasta obra que inspiró a generaciones de literatos.
Como peronista, fue funcionario en Educación y sufrió el ostracismo de la proscripción.
Formó parte de la segunda etapa (1924) de Martín Fierro, la revista de la vanguardia argentina, fundada por el alvearista Evar Méndez. El cierre de la revista no se explica solo porque Borges presidió el Comité Yrigoyenista de Intelectuales Jóvenes -junto con Marechal, Enrique González Tuñón, Roberto Arlt, Macedonio Fernández, Scalabrini y Homero Manzi- sino porque, hacia los años treinta, se produce una cierta vuelta al orden sobre el caos vanguardista, y no solo Marechal entra en una poesía de otro tipo, sino el mismo Borges.
Sin duda, el antiperonismo jugó un papel importante en la recepción negativa inicial de "Adán Buenosayres" y en el relegamiento de su creador. Los enfrentamientos ideológicos y las enemistades (o rivalidades) personales también repercutieron –bien lo señaló su traductor, el canadiense Norman Cheadle– en la tardía aceptación de su figura dentro de los Estados Unidos de Norteamérica, donde poderosos scholars, a menudo de origen latinoamericano (el uruguayo Emir Rodríguez Monegal, entre ellos), obstruyeron largamente, en calidad de gatekeepers, su descubrimiento por pares y discípulos y la llegada de sus textos al inglés. La simpatía de Marechal (desde un cristianismo tercermundista) hacia la Revolución Cubana, concluye Cheadle, terminó de “descalificarlo en la América del Norte liberal de la segunda mitad del siglo XX".
En 1929, Marechal, durante su segundo viaje a Europa había publicado "Odas para el hombre y la mujer". En 1930, a los 29 años, ganó el Primer Premio Municipal de Poesía por el libro
El poeta se casó con María Zoraida Barreiro el 8 de enero de 1934, con quien tuvo dos hijas: María de los Ángeles y María Magdalena y a quien le dedicó a quien le dedicó "Laberinto de amor".
En 1939 publica su poética "En Descenso y ascenso del alma por la belleza". Enviudó en 1947 y en 1950 conoció a Elbia Rosbaco, musa de sus nuevos poemas.
En 1941 obtuvo la más alta distinción de la poesía argentina: el Primer Premio Nacional de Poesía, por sus libros "Sonetos a Sophia" y "El centauro" (ambos de 1940).
En 1951 se estrenó la obra teatral Antígona Vélez (basada en la Antígona de Sófocles). Por esta obra recibió el Primer Premio Nacional de Teatro.
Murió el 26 de junio de 1970, en su hogar, a causa de un síncope. Un mes después de su muerte se publicó su tercera novela "Megafón o la guerra" que es, entre otras cosas, una gran novela política (y metafísica), ciertamente argentina, pero también universal. Realista, simbólica, alegórica, utópica y en parte profética, imbrica la economía y la alquimia, el happening y la tragedia, la parodia y la epopeya.