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Habló la joven abusada en Balvanera: "Dios mío, gracias que no me acuerdo nada"

La adolescente abusada sexualmente en un local de indumentaria durante una supuesta entrevista laboral dio un reportaje en el que declara recordar muy pocos detalles del sábado en el que fue abusada por Irineo Humberto Garzón Martínez, quien continúa en libertad

Habló la joven abusada en Balvanera: "Dios mío, gracias que no me acuerdo nada"
(Infobae (Maximiliano Luna))

El caso de la joven venezolana abusada sexualmente durante una entrevista laboral en un local de indumentaria del barrio porteño de Balvanera el sábado 23 de enero sigue generando conmoción y repudio tanto a nivel nacional como internacional.

El medio Télam comunicó que la adolescente de 18 años dio un reportaje a la señal televisiva internacional TVV en el que relató lo poco que recuerda de aquel día en el que fue víctima de abuso sexual por parte del dueño del local, Irineo Humberto Garzón Martínez, quien dijo citarla para una entrevista laboral.

"Dios mío, gracias que no me acuerdo nada", expresó la joven que recuerda algunos episodios "extraños" de ese día como que el hombre, conocido a secas como Santiago Martínez, cerró el local con llave y las persianas con candado luego de que ella arribara.

También recordó que le ofreció un vaso de vodka, a lo que ella se negó pero le aceptó un vaso de agua tras lo cual Martínez le dijo que se lo iba a buscar pero de un "filtro especial" que él tenía. Después de atender a unos clientes en el local como parte del "día de prueba", la chica regresó a la caja y ya tenía un vaso de agua servido.

Ella sospechaba que algo no andaba bien: "Inmediatamente le mando un mensaje a mi mamá diciéndole que tenía miedo porque estaba cerrando todo", dijo la joven y recordó que "Estaba tan metida en el tema de que hay que hacerlo bien para quedar en el trabajo que no me percaté de que (el agresor) ya me había servido el agua", explicó la víctima.

Minutos más tarde, luego de beber al agua que Martínez le había servido, sintió que se le "dormían las manos", momento en el que atinó a marcar la última llamada de su teléfono celular al de su hermana, quien le contestó el llamado pero ella no pudo emitir sonido ya que se sentía muy "mareada y dormida".

"Cuando veo que (mi hermana) contesta solo vi que la llamada estaba corriendo pero ya no le podía hablar, no le pude decir absolutamente nada porque sentí que me dormí", contó la víctima al rememorar el último llamado a su hermana. El siguiente recuerdo que tiene es el de el abusador "poniéndole el pantalón". Luego, cree que volvió a perder la conciencia y cuando despertó nuevamente "estaba con una policía".

Si bien sus recuerdos sos confusos y escasos, la joven venezolana describió que "la tristeza la tengo siempre en todo momento", agradeció que "no me acuerdo nada, no hubiera soportado recordar algo así" y confesó estar "sufriendo mucho" mientras el agresor, por decisión de la jueza Karina Mariana Zucconi continúa en libertad.

No hay elemento alguno de momento que lleve a presumir que el acusado intentará eludir el accionar de la Justicia”, afirmó Zucconi quien decidió, aún con todas las pruebas en su contra, no encarcelar al agresor por "falta de antecedentes penales ni condenas anteriores".

Así, le concedió la caución juratoria, una fianza bajo palabra, le prohibió acercarse a la víctima o contactarla, así como salir del país y lo obligó a presentarse mensualmente en el juzgado. De todas formas, el abusador sigue en libertad.

"Tengo muchísima fe de que le voy a dar fuerza a otras chicas para que den la cara y digan y denuncien al igual que lo hice yo y mi mamá", expresó la joven.

Según recientes informaciones, el agresor habría pedido declarar por las acusaciones que se le imputan y lo haría mañana desde las 10 vía zoom, según comunicó el periodista de policiales Mauro Szeta. En paralelo, la Cámara Penal deberá resolver si hace lugar al pedido de la fiscal Silvina Russi para que lo detengan.
 

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