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Genero #Alberto fernández#Elizabeth gómez alcorta#género y diversidad#Ministra de la mujer

¿Por qué es necesario un Ministerio de la Mujer, Género y Diversidad?

Entre muchos movimientos políticos, el gobierno de Alberto Fernández anunció la creación de una cartera contra la violencia de género y la homofobia. Filo habló con Juliana Marino, histórica del feminismo, sobre esta nueva e histórica noticia. 

¿Por qué es necesario un Ministerio de la Mujer, Género y Diversidad?
Crearon un ministerio de la mujer, género y diversidad

La llegada de Alberto Fernández al sillón de Rivadavia trae consigo algunas sorpresas y resoluciones claves para los cuatro años que se vienen en términos de políticas públicas y ministeriales. Desde el 2015 los movimientos feministas tomaron protagonismo tanto dentro de la sociedad como dentro del Congreso. El derecho a una vida sin violencia, la lucha contra los femicidios, el acoso, el abuso, la desigualdad en términos salariales fueron algunos de los ejes que comenzaron a formar parte de la agenda mediática y social de estos últimos años. 

Es por eso que, por primera vez en la historia y con la abogada Elizabeth Gómez Alcorta a la cabeza, se alza un ministerio que busca trabajar, prevenir y erradicar todas estas formas de violencia que atraviesan a la sociedad en su totalidad y en particular al país en donde muere una mujer en manos de un varón violento cada 27 horas. 

¿Por qué un Ministerio? ¿Por qué no tratar todas estas políticas públicas tan necesarias desde una perspectiva integral? ¿Es necesario una cartera aparte? Para entender de qué tratará, cuáles son las expectativas y por qué se crea, Filo.News habló con Juliana Marino, exfuncionaria, peronista e histórica militante del feminismo. 

Juliana Marino

“Hace dos décadas debatimos estas cosas entre las que somos institucionalistas y las feministas que no lo son. Porque hay quienes confían más en los movimientos y que los planteos y los cambios culturales suceden desde afuera hacia adentro. Pero nosotras en la décadas de 90' creamos el Consejo Nacional de la Mujer y tenía un consejo federal que estaban presentes todas las provincias. Tenía una representación de cada uno de los ministerios, consejos por sectores y el consejo nacional que atravesaba todos los ministerios y tenía en su seno un consejo federal a través del cual se podía llegar a todas las provincias”, explica la especialista. 

Durante los 90' distintas mujeres de distintos partidos políticos se organizaron para tener, dentro del Congreso, al menos un 30% de bancas ocupadas por mujeres y lo consiguieron. Juliana fue una de esas funcionarias que, a través de militancia y arduo trabajo, logró la famosa Ley de Cupo, que garantizaba un piso (que se transformó en techo) de representación femenina en las Cámaras. 

La Ley de Cupo la logramos desde ese Consejo Nacional de las Mujeres. Consejo que con los años se desdibujó mucho y hoy nadie sabe siquiera su accionar, pero en su momento fue clave. Desde ahí se operó y se hizo lobby con el conjunto de las mujeres de todos los sectores y se logró la ley. La ley de Cupo también formó parte de nuestras estrategias vinculadas a la acción positiva como un modo de ir transformando la cultura y fue la puerta de entrada para la Ley de Paridad", explica Juliana. 

Elizabeth Gómez Alcorta, la nueva ministra de la Mujer, Género y Diversidad

Este 8 de marzo del 2019, se aprobó la Ley de Paridad que es, si se quiere, la evolución de aquella Ley de Cupo. Esta vez las mujeres no tienen que ocupar al menos un 30% sino directamente la mitad de las bancas del congreso. Hacer referencia a estos temas no es un capricho sino un ejemplo de cómo desde las instituciones se pueden generar cambios que modifiquen también un afuera atravesado por el machismo y la discriminación por género.

“A medida que pudimos entrar más mujeres en los parlamentos, las leyes que nos protegen se fueron garantizando. No todas las mujeres que ocupan bancas son feministas, pero la realidad es que siempre, al haber más mujeres, hay una masa crítica que busca representar el conjunto de las demandas de todas”, agrega. 

"La creación del ministerio es una buena noticia para nosotras", considera Marino.

Todas esas leyes no podrían haber sido legisladas sin la organización y la voluntad de funcionarias y sin el marco del Consejo, hoy transformado y desjerarquizado en Instituto nacional de las Mujeres (INAM). Por eso la creación de este Ministerio, es histórica e importante. La necesidad de una cartera que controle la aplicación formal y adecuada de, por ejemplo, la Ley de Educación Sexual Integral o de la interrupción Legal del Embarazo, es menester y sucederá por primera vez de la mano, como no podía ser de otra manera y como sucedió décadas atrás con la presencia de Eva Duarte, del peronismo. 

¿Hacer un Ministerio es discriminación positiva? Para Juliana hay debate en el campo feminista con respecto a esto pero cree fundamental su existencia. “La creación del ministerio es una buena noticia para nosotras, hay que ver como se articula porque aún no sabemos nada, pero que el instituto se eleve a Ministerio es clave, clave para discutir con otros ministros sobre distintas cosas. Para sentarte a debatir con el resto de las carteras. No es lo mismo ser un instituto que un ministerio, jerárquicamente no es lo mismo", explica la activista. 

Así como indica esta histórica luchadora del feminismo en el ámbito político, la creación de este espacio abre puertas para discutir y generar espacios nuevos en donde la perspectiva de género atravesará todas las decisiones y políticas públicas no sólo las comandadas por Gómez Alcorta sino también del resto de los ministerios. 

“La sociedad mira estos avances, va modificando los prejuicios, y así vas transformando la cultura. Pero además tenés que transformar a los jueces, a los fiscales y eso lo hace un ministerio. Es relevante que un ministerio articule con el resto y proponga programas, colabore y exija. Porque hay que empezar a institucionalizar todo lo que el feminismo ya conoce, nuestros problemas, nuestras violencias sufridas, nuestro techo de cristal. El ministerio de la mujer, género y diversidad debe ocuparse del tema de los cuidados, por ejemplo, que será eje porque está vinculado también con un sistema económico que no tiene a las mujeres y a esta problemática como eje y debe tenerlo”, sostiene.

“El desastre que dejó el gobierno anterior, obliga a poner en tensión todas las estructuras del Estado y las mujeres constituimos un sujeto social impresionante y muy fuerte. Se ve en la economía popular, en la calle. Tenemos una energía y somos un sujeto social y extraordinario que necesita espacios de acción y reflexión y nada mejor que un ministerio para eso”, finaliza.

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