En el pasado Día Internacional de la Mujer, el Gobierno publicó en el Boletín Oficial la reglamentación de la ley de paridad de género en ámbitos de representación política, a fines de que empiece a surtir efectos en las elecciones a cargos legislativos nacionales de este año. 

Pero la lucha no comenzó en 2018. Que haya mujeres dentro de los partidos políticos y ocupando cargos políticos se volvió una obligación en el año 1991 cuando a través de la Ley 24.012. Desde ese año, el Estado debía garantizar que al menos el 30% de las listas de candidatos y candidatas que presentan los partidos en las elecciones, debían ser mujeres. El problema es que ese 30%, en vez de transformarse en piso, se volvió un techo.

Por esta razón, el movimiento feminista exigió, nuevamente, que en vez del 30% la paridad sea total y que el número obligatorio sea del 50%, la mitad de la población. Pero así como en 1991 los partidos dejaron afuera a quienes exigieron y pelearon para que la paridad sea una realidad, el 2019 encuentra un escenario muy similar. En un terreno pantanoso como lo es la política nacional, las feministas (responsables de este cambio) temen quedar afuera de las listas. 

Este 22 de junio sucede el cierre de listas y se verá cuántas feministas están adentro y cuánto de ese cupo sólo fue saldado por funcionarias mujeres que, si bien son mujeres, no necesariamente son feministas. Condición indispensable para pensar, crear y validar políticas públicas que ayuden a combatir la violencia de género y mejoren la calidad de vida de todas las mujeres y disidencias del país. 

Para entender un poco más en panorama y la iniciativa del hashtag #FeminsitasEnLasListas, Filo.News habló con Natalia Del Cogliano, politóloga e integrante de la ONG Ojo Partidario, que realiza junto a muchas periodistas feministas y el portal LATFEM, dicha campaña.

"El hashtag surge por dos preocupaciones centrales que rigen el trabajo que venimos haciendo desde nuestra organización. La primera es que las agrupaciones políticas cumplan con la ley de paridad de genero, nada mas y nada menos. Todas las listas tiene que estar compuestas en un 50% por mujeres. Insistimos con esto porque la experiencia de cupo femenino demostró que existen muchas reticencias desde los partidos con cumplir con esta normativa", explica Cogliano. 

Por otro lado, tanto esta ONG como muchísimas feministas que se sumaron a esta iniciativa, lo que proponen, exigen y esperan, es que ese armado de listas contenga a mujeres que tengan perspectiva de género. "En segundo lugar hay que pensar en la representación sustantiva, que es que, si la primera condición se cumple, si las listas están compuestas en un 50% por mujeres, que aquellas mujeres que accedan al poder legislativo nacional, estén comprometidas con los derechos de las mujeres y de todas las minorías", explica la especialista.

"Somos conscientes de que lo que buscamos es que ingresen más mujeres comprometidas desde su condición femenina. Que puedan agregar valor y sumar contenido para tener una sociedad más justa. Queremos que esas mujeres puedan realizar un trabajo legislativo que sume en el camino del desarrollo de una legislación cercana y positiva para el conjunto de las mujeres", finaliza la politóloga.