“La música siempre estuvo ultra presente para mí, creo que por eso tengo el oído con mucha atención a eso”, nos cuenta Melody “Tayhana” Chaile, en una videollamada de Zoom, mientras se prepara para su próximo tour. Lo que empezó como una curiosidad hoy es una forma de vida: a sus 33 años, desde México se abre camino como productora y beatmaker y lleva Latinoamérica a lo más alto de la escena musical. 

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Nacida en Caleta Olivia, Santa Cruz, su primer contacto con la música fue familiar. Con influencias de su abuelo, el bandoneonista César Chaile, escuchar y ensayar canciones era su ritual de cada día. Por esa razón decidieron anotarla en clases de piano a los 6 años. “Me sirvió muchísimo, aprendí bastantes cosas”, recuerda.

Creció en el Barrio Mar del Plata y se graduó en la Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA) como técnica en Gestión de las Organizaciones. Años después viajó a Buenos Aires, donde estudió cine en la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC). Mientras tanto, su búsqueda por nuevos sonidos seguía intacta.

“Desde el colegio me la pasaba en los cybers, buscando CDs nuevos, intercambiaba otros, para mí era una adicción conocer cosas nuevas, en la radio también… siempre fui de recolectar, muy curiosa. Siempre me dediqué a hacer fiestas, y cuando terminé de estudiar cine empecé un poco a meterme en la parte de producción, de incitar que hagamos algo cada fin de semana. Después tenía que poner música, porque no había quien lo haga”, cuenta a este medio.

Esos primeros pasos como productora y DJ la llevaron a ser una de las co-creadoras de Hiedrah Club de Baile, un colectivo artístico que realiza fiestas electrónicas latinas y disidentes, que se autodefine como defensa y promoción de manifestaciones socioculturales de las minorías identitarias. Ese derecho al baile sin ataduras y estereotipos se siente hasta hoy en cada una de las presentaciones de la artista.

“Ya no formo parte, pero en su momento lo disfruté un montón, me sirvió para entender un montón de cosas, cómo se manejaba la noche desde el underground. También la importancia de tener una posición política, de no ser naif y pensar que no te afectan ciertas cosas… lo sigo teniendo igual, pero hoy me siento más en una posición distinta de guardarme todas esas cosas para mí, sí tengo decisiones políticas todo el tiempo pero sin exponerlas”, reflexiona.

Meses después viajó a México para continuar su carrera allá, donde comenzó a trabajar con el sello discográfico NAAFI, que también engloba a Kali Mutsa & Imaabs, Espectro Caudillo, Wasted Fates y más. En 2019 presentó “Tierra del fuego”, su primer álbum, donde combina la búsqueda constante de ritmos y performances.

Para construir sus sets hace referencia a música electrónica de los 90’ en Latinoamérica, al hardhouse latino de Los Ángeles, pero principalmente se inspira de lo que conoce en las calles. “Son cosas que compro en ferias. Cada vez que viajo me gusta mucho recorrer, comprar, escuchar, principalmente lo que no es tan mainstream. Sampleando uno de los CDs, procesándolo y dándole otro sentido hice el beat de Rosalía”, revela. 

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“Yo quiero ver las mariposas sueltas”, canta Rosalía en “CUUUUuuuuuute”, uno de los hits más potentes de “Motomami”. El disco se convirtió en uno de los más escuchados del año en todo el mundo, y la argentina Tayhana fue la única productora mujer junto a la propia cantante española. 

“La discográfica me puso en contacto, ellos estaban hablando con en Instagram y en una de las conversaciones ella preguntó si podía escuchar demos, percusiones, fue hace un poco más de un año. Ahí empezamos a mandar cosas, me senté a exportar todos los beats que tenía, y lo puse en una carpeta y los envié”, recordó sobre el primer contacto.

Luego siguió: “Fue una conexión súper rápida, me llamó por teléfono, me hizo un montón de apreciaciones de lo que había escuchado en mi música, lo que le había gustado, y empezamos a trabajar un poco en cosas, intentar hacer algo más, y trabajamos en el beat que ella ya tenía armado, que resultó en la canción. Es una persona muy tranquila, cálida, buena onda, me dio un montón de confianza en hacer más cosas. Me sentí muy bien de formar parte de un álbum ultra popular y mainstream, y el tema me encanta, me gusta mucho tocarlo en vivo en mis sets”. 

Según contó, la propia cantante española la acompañó en la producción y en el proceso de crear la canción. De hecho, la idea de sumar el piano fue de ella, una intervención que contrasta con la intensidad del track. "En este disco he producido más que nunca", decía la cantante al divulgador de música y youtuber Jaime Altozano.

“Había escuchado cosas de ella pero no era fan, y cuando la empecé a conocer dije wow, que inteligente que es esta mujer, como puede proponer cosas nuevas y hacerlas mainstream, es alguien que sabe lo que quiere y que sabe buscar cosas nuevas. El disco me encantó, me gustaría poder escucharlo de vuelta, ahora que voy a estar de viaje lo quiero escuchar con atención. Las baladas me parecen hermosísimas, los reggaetones minimalistas”, revela Tayhana.

Para Rosalía, “Motomami” es un homenaje a su abuela, a su madre, al fanatismo heredado por las motos, pero también es la unión de la fuerza y la fragilidad, según dijo a El País. Es mucho más que un simple título: en épocas donde el feminismo se instala en la agenda social, resume a las mujeres empoderadas que luchan pero que tampoco son perfectas, y que están llenas de inseguridades. Es la experimentación y ebullición que también se refleja en sus canciones, la libertad de las mariposas, una identidad que está en permanente construcción.

“Siempre me sentí muy cómoda, desde el lado de saber que ella es mujer y sabe cómo es trabajar en un estudio de grabación donde la mayoría es hombre. El disco me parece ultra motomami, porque tiene mucha fuerza y viene a cuestionar eso. La industria de la música es bastante machista, y ella se puso muy en el lado de proteger mi trabajo, de mencionarme en entrevistas, darme crédito, con un respeto y cariño personal”, dice Tayhana.

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Tayhana es fan de esos temas que suenan en estadios, que se tocan en eventos deportivos. Cita “Let's Get Loud” de Jennifer López o a Ricky Martin. Según contó a Infobae, es uno de sus sueños, llegar a producir sus canciones, como también las de M.I.A o Shakira.

¿Qué pasa en Argentina? “Cazzu me gusta muchísimo, me gusta mucho su voz, las cosas que hace, su performance en el escenario, me llama mucho la atención. La Joaqui también me gusta muchísimo. También me encantaría hacer algo con las Culisueltas, con este revival de la cumbia turra me encantaría”, confiesa a Filo.

En la actualidad celebra que haya cada vez más productores y productoras en Latinoamérica. Durante los últimos años tocó en festivales como Lollapallooza (ARG), Mutek (USA), Unsound (POL), Festival Estereo Picnic (CO), Festival Ceremónia (MX), SXSW (TX) y MoMA PS1 (NY-USA) entre otros. Participó del Festival Marvin Gateway, prepara un tour por Europa y Canadá y formará parte de la próxima edición del festival Primavera Sound en Brasil y de Argentina: “Serán tres meses mínimo de preparación, lo voy a trabajar con mucha calma”, adelanta. 

Lo cierto es que es el principio de un camino que sigue escalando de Caleta Olivia al mundo. Ella lo resume en una frase: “Siempre volví a Argentina en plan vacaciones o festivales. Es re lindo que te paguen un pasaje para volver a tu propio país para tocar”.