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Nico Cotton cuenta todo sobre la producción musical de El Reino

Después de romperla en El Reino, la nueva producción argentina de Netflix, el productor musical cuenta todo sobre la serie: cómo le llegó la propuesta, cómo hizo "Sobre mi tumba" junto a Cazzu, qué cosas nuevas se llevó y mucho más.

Nico Cotton cuenta todo sobre la producción musical de El Reino
(Foto: Guigo Adler / Gentileza prensa)

¿Qué hay de El Reino, la serie argentina de Netflix, que todavía no sepamos? Que tiene un elenco conformado por estrellas como Diego Peretti, Mercedes Morán, el Chino Darín, Peter Lanzani, Nancy Dupláa, Joaquín Furriel y Vera Spinetta, entre otros; que está dirigida por Marcelo Piñeyro y coescrita junto a Claudia Piñeiro; y que tiene una intro que es imposible de omitir y que clickear sobre esa opción sería casi un pecado (cuak).

Con Cazzu como intérprete, la canción de llama "Sobre mi tumba", ya cosecha más de 2 millones de reproducciones desde que se estrenó en paralelo a la serie y fue, en redes sociales, de lo más aclamado por el público, que todavía mantiene a El Reino como lo más visto en Netflix Argentina a día de hoy.

Para saber más sobre su creación y todos los detalles, desde Filo.news conversamos Zoom mediante con Nicolás Cotton, productor musical que, además de trabajar junto a artistas como Wos, Juan Ingaramo, Zoe Gotusso, Bhavi, Louta y Conociendo Rusia, fue el encargado de realizar la música de El Reino y no para de sumar hitos a su carrera.

 ¿Qué onda el recibimiento desde el estreno de la serie?

Terrible. La verdad que muy loco. Nunca pensé que iba a trabajar para una serie y tampoco pensé que mi primera serie iba a ser tan grande. Cuando me llamaron para hacer la música no entendía nada. "¿Qué onda? ¿Por qué me están llamando a mí?", pensé. Me junté con el director, Marcelo Piñeyro, y con la gente de K&S Films, que es la productora de la serie, y me contaron que estaban buscando a alguien nuevo; a alguien que aporte un color diferente a la música de scoring, que sería instrumental, incidental, por decirlo de alguna manera. A mí me gustan los desafíos, entonces me la jugué. Dije: "Bueno, dale, hagamosló". Hicimos una prueba, obviamente, para ver si estaba a la altura y les re gustó. Ahí empezó un viaje que duró casi un año y medio de componer mucha música y de hacer este proyecto que ahora salió y es como... no lo puedo creer. Cuando salió y lo empecé a ver como espectador era: "Wow, qué flash ver esto y ser parte de este proyecto". La verdad que estoy re contento.

¿Cuándo llegó la propuesta?

Llegó antes de la pandemia. Ellos grabaron la serie y después tuvieron que frenar unos meses para readaptarse a todos los protocolos nuevos. Yo fui a los primeros rodajes en los que necesitaban ciertas cosas musicales y estuvo buenísimo compartir con los actores y estar en el set de filmación. Yo soy re fan de las pelis y era como un flash. Estaba muy bueno, muy divertido. Y, después, sí, fue un viaje largo; un recorrido largo de mucha experimentación musical, un trabajo que lo hice con un socio que se llama Mateo Rodó, que también me ayudó mucho con semejante cantidad de volumen de música. Estuvo muy bueno y me aireó un poco de todo lo otro, que es mi parte de productor, donde hago música más popular, entre comillas. Esto es como fuera de lo normal y sigue siendo música, así que me recontra divirtió.

Alguna vez dijiste que considerabas al rol de productor como el puente entre el artista y el producto final. Acá no hay un sólo artista, sino muchos, y, encima, no son músicos. ¿Cuán diferente fue trabajar de esta forma?

Fue totalmente diferente. Primero porque fue algo nuevo donde yo no tenía mucha experiencia y, segundo, porque trabajás contra la imagen. Ellos me decían: "En esta escena necesito tal cosa. Mirá la mirada del Chino cuando le está hablando a Peter, enfaticemos esta parte...". En vez de un músico está el director, la imagen... obviamente, tuve que leer los guiones antes de empezar la música y eso ya te empieza a disparar un montón de ideas y de colores, de escuchar bandas de sonido que yo pensaba que venían bien y, bueno... fue un flash. Siento que se me abrió una puerta para trabajar de esto, que me divierte y me re copa. Es como un complemento de todo lo otro, creo que se lleva muy bien. Yo soy músico, entonces, en esa búsqueda, trato de no aburrirme y de tener nuevos desafíos. Creo que ahí está el chiste.

También dijiste que te gusta trabajar sin tiempo y que la ansiedad de los artistas es lo más difícil de manejar. ¿Cómo fue el tema del deadline con un gigante como Netflix?

Fue muy exigente. Teníamos fechas de entrega de los episodios y había que respetarlo a rajatabla, porque no es que terminaba con la música, sino que eso va a sonido y a un montón de otros lugares donde se termina de completar todo lo que es una película, una serie, entonces había mucha gente que dependía de la música. Hubo veces que hemos tardado un montón de tiempo en hacer una canción o un disco y no teníamos problema, pero acá sí hubo deadlines muy marcados que tuvimos que respetar y fue un re desafío. Mi vida siempre está al límite de los tiempos: yo medio que me sobreexijo y vivo una vida muy repleta de música y eso es lo que me gusta, pero bueno, tiene esta contra de que a veces no tenés tiempo para otras cosas y es difícil de administrar.

Una de las cosas que hay que preguntar obligado es sobre esa intro con Cazzu. ¿Ya habías trabajado con ella?

No, no había trabajado nunca. Fue muy loco porque yo la conocí a Juli trabajando con Chita. Nos estábamos juntando a componer temas con ella y pegamos re buena onda. Ella es divina. Yo estaba aprendiendo de cómo compone ella, que es una genia, y, un día, me escribió: "Che, ¿te querés juntar a hacer algo para mí?", y yo dije: "Obvio", a mí me encanta lo que hace ella. Nos juntamos en mi estudio, empezamos a tirar ideas y, en la primera juntada, como yo venía haciendo la serie, ya tenía algunos samples de un coro de niños y a ella le copó. Terminamos haciendo la canción, pero no pensando en hacerla para la serie. En ningún momento dije: "Esto quiero ponerlo en la serie". Un día estábamos con mi novia, yo le estaba mostrando la canción, y me dice: "Che, esto puede ir para El Reino. Y le digo: "¿Sabés que sí? Tenés razón". La llamé a Leti, una de las productoras de K&S Films, y le dije: "Tengo la canción para la apertura de El Reino. Confidencial, no se la mostrés a nadie". Obviamente, yo todavía no había hablado nada con Cazzu, me la estaba medio jugando y, cuando se la pasé, se enloqueció. Después se la pasó al director... estaban todos enloquecidos, entonces me tocaba a mí la parte de hablar con Juli y contarle sobre el proyecto. Le pasaron algunos capítulos para que ella pueda ver y se recontra copó. Ni siquiera nos volvimos a juntar: quedó esa grabación que hicimos ese día.

Cambiamos de plataforma. También estás trabajando en Días de gallos, para HBO Max, ¿cómo te llegó esa iniciativa?

Llegó mucho después de la de El Reino. Me contaron sobre el proyecto y es muy distinto. Es otro tipo de música, ¿no? La serie está muy ligada a todo lo que pasa en las batallas y la trama en gira alrededor de eso, entonces había que hacer mucho rap y hip-hop. Yo soy el director musical de este proyecto en el que también trabaja Veeyam, que es un beatmaker re capo; Mateo Rodó, que es como mi coequiper; compusimos muchas canciones con Tata, que es un rapero muy crack... no sé cuándo se va a estrenar, pero está buena. Es un proyecto fresco: Ecko, que no es actor, lo ves actuando y la rompe; está Ángela Torres, que es una genia... la verdad que está muy buena la serie y estuvo bueno hacerlo. Fue un proceso totalmente distinto, pero estuvo divertido también.

Vos venís del palo del rock, pero al haber trabajado con gente que como Nicki Nicole, Bhavi o Wos, siento que esta serie se acomoda más a lo que vos hacés, a diferencia de El Reino. ¿Es así?

Me parece que la comodidad es un arma de doble filo, porque decís: "Bueno, yo hago esto, que me sale bien o que más o menos lo sé hacer..." y, a veces, podés ser muy repetitivo, entonces yo trato de siempre escaparle a lo cómodo. En El Reino me entusiasmó eso: era algo super incómodo para mí porque nunca lo había hecho, se planteaba como un desafío. Yo a los 18 empecé a producir de manera más profesional y hay cosas que me salen más fácil, pero a mí me gusta toda la música: puedo producir un trap, puedo producir un reggaetón, puedo producir un disco como el de Conociendo Rusia (Cabildo y Juramento), que es más rockero, por decirlo de alguna manera, y todo me gusta; no es que algo me gusta menos que lo otro. Trato de sacarle el jugo a cada género y de que cada uno suene de la mejor manera posible. Eso es lo que me mantiene con esas ganas y hambre de trabajar y hacer buenas canciones. Pero sí: lo de Días de gallos es un poco más de lo que yo venía haciendo a nivel musical, aunque tiene mucho de rap y hip-hop, en lo que yo no estoy muy metido. Por eso estuvo bueno tenerlo a Tata y a Veeyam, pibes que curten esa, para tener su aval.

¿Creés que esa versatilidad para producir tanta variedad de géneros es la que te abre las puertas para que lleguen oportunidades como las de El Reino o Días de gallos?

Yo no es que voy a hacer todos los estilos para tener más artistas y producir más cosas, no. Lo hago porque me gusta. Cuando hay algo que no me gusta, no lo hago. Gracias a todos estos años que vengo trabajando y esforzándome puedo decir que no a muchas cosas. No es que ando buscando diversos proyectos para tener mucha diversidad, sino para divertirme y aprender. El artista siempre te da un feedback que está buenísimo. Mismo en el caso de la serie. Aprendí un montón: desde el director sobre cómo se filma hasta la productora sobre cómo son los tiempos... me parece que se trata de eso: vivir es aprender.

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