El rapero fundador de El Triángulo Estudio, Núcleo AKA TintaSucia, estrenó en Spotify este viernes su undécimo disco, titulado #Barras, en el cual escribió, según su criterio, las mejores letras de toda su carrera. Actualmente se encuentra trabajando en la realización de los videoclips que restan para publicarlo en YouTube también. 

Este disco representó un cambio en su estilo, en el cual durante sus casi 20 años de carrera vimos a Marcos Miranda pensar las rimas con más métricas y estructuras que lo habitual, pero en estas 12 canciones que componen su nuevo disco se lo escucha con un flow distinto, más relajado y con una búsqueda de un desahogo personal, lo que lo llevó a expresar sus altibajos emocionales que atravesó en 2019.

“Venía flashando con los últimos discos que quería cambiar un poco, me quería enfocar en decir las cosas más simples y refrescar el estilo, que por esto trabajé la voz… La tendencia es sonar más tranqui, más grave”, explicó el rapero de Temperley, quien dio sus primeros pasos en el rap mientras vivía en Glew, al sur del conurbano bonaerense.

“Ya me siento un hombre, un chabón más grande. Soy papá, tengo dos nenas y tengo mis altibajos en el amor, mis ilusiones y mis desilusiones, mis mambos. Entonces dije: ‘Tengo que hablar de lo que me pasa, pero crudo, y eso es #Barras’”, y continuó: “Este disco fue una vuelta de rosca, se notan también los años de carrera… El año pasado, en lo emocional estuve muy arriba y muy abajo. En 2019 filmamos la serie Broder, cumplí mi sueño y toqué el cielo con las manos, pero también hubo momentos en que sentía que caminaba en patas en el infierno. Ese ida y vuelta de emociones me dio ganas de contar y de escribir”, confesó el integrante de La Conección Real.

El disco, además, cuenta con tres colaboraciones, la primera llamada “Orígenes”, con T&K, la segunda fue “Convicción”, con Kreiluz, y la última la cerró MPDhela, uno de los mejores productores y beatmakers del país y es quien realizó la mayoría de las instrumentales del disco. 

Con el primero, Matías Salvatierra, tienen una conexión especial porque se conocen hace muchos años e incluso Núcleo es el padrino del hijo de T&K: “Fue el primero y también fue muy genuino. Hace muchos años no hacíamos nada juntos, veníamos hablando con la mejor y después de grabar el 24/Siempre dijimos de juntar para ver si pintaba algo y fue Orígenes, escuchamos el beat, lo escribimos y lo grabamos”.

La segunda colaboración se dio con la misionera Kreiluz y la particularidad de la canción fue la participación de dos de los DJ´S más reconocidos de la escena, Destroy y Baladi. Ambos realizaron scratchs: “Ella me dijo que los invite a los dos después de que los haya nombrado, fue difícil. Se lo mostré a Baladi y el me dijo que estaría bueno que este Destroy también, los dos pensamos lo mismo y fluyó”. Y agregó: “El feat es con Kreiluz, pero los DJ´S sumaron mucha magia, y también MPDhela que hizo la instrumental, somos cinco personas trabajando en una canción”.

La última canción en conjunto fue con el beatmaker, con quien Núcleo mantiene una fuerte amistad desde hace varios años y según reveló hace un tiempo venían conversando para hacer música juntos. “Con esto de la cuarentena, el padre lo alcanzaba a Puente La Noria y yo lo iba a buscar. Veníamos, trabajamos, grabamos y así. Increíble fueron sus barras y el tema entero”.

Durante los casi 40 minutos de reproducción uno encuentra muchas referencias musicales, nombrando a Pink Floyd; Billie Jean, la canción de Michael Jackson; Los Charros; Charly García; Wu Tang Clan; Tupac y Biggie y todas tienen su significado. Pero para no quedar afuera de la cultura popular, también se oyen muchas referencias futboleras como: “Me siento como el Diego aterrizando en México” o “Cada barra que tiro es como ver a Riquelme tirando un caño”.

Pero lo más curioso es que en muchas canciones, Nucleo hace una autocrítica sobre su persona sin esconder su personalidad para quedar mejor como artista, en frases como: “Será por eso que soy un insoportable, un tóxico de mierda, un infumable” o “Fui un orgulloso de mierda, un forro sin corazón" o “Soy el más piola, soy el más hijo de puta si estás re loco perro yo estoy de la nuca”.

Y al ser consultado sobre ese tema, analizó: “Tengo 36 años y en un momento me di cuenta que tengo que limpiar un poco el lado humano y entender que uno a veces siente envidia u orgullo, es tóxico. No soy así constantemente, pero reconozco que me he equivocado y que en este disco no tengo pelos en la lengua. En este álbum digo cosas que no hubiese dicho en otro momento para quedar bien como persona, vecino o papá de familia. Mis hijas están más grandes y yo me siento más libre a la hora de escribir”.

A lo largo de las 12 canciones, cualquier amante del rap underground va a descubrir uno de los mejores discos de los últimos años de la escena y este disco es "una vuelta de tuerca" para el artista, que dejó lo mejor para producir su undécimo disco.