La popular serie argentina Okupas, que se estrenó en octubre de 2000, volvió a tomar relevancia después de 21 años, debido a que apareció en el catálogo de la plataforma de streaming Netflix a mediados de julio. Ante esta oportunidad, el director de la serie, Bruno Stagnaro, tuvo que modificar la calidad de las imágenes y la música utilizada en diferentes escenas.

Respecto a este último punto, las canciones que formaban parte de la tira tenían que cambiarse, debido a problemas legales vinculados a los derechos de autor. Este panorama llevó al creador de la ficción a convocar a Santiago Barrionuevo, mejor conocido como Santiago Motorizado, líder de la banda Él Mató a un Policía Motorizado, para que incluya algunos temas de la agrupación, pero a su vez surgió la idea de que el músico realice una nueva banda sonora, que cuenta con temas de rock clásico, pero que a su vez incluye géneros como la cumbia y el folklore.

Con un total de 45 composiciones, Santiago Motorizado escogió 19 canciones de este proyecto para darle forma a un álbum denominado “Canciones sobre una casa, cuatro amigos y un perro”, que cuenta con la presencia de artistas como Vicentico, Jorge Serrano, Daniel Melingo, Anabella Cartolano de Las Ligas Menores, Nina Suárez, Sergio Rotman y Felipe Barrionuevo, padre del compositor.

Para saber más acerca del proyecto, Filo.News habló con el líder Él Mato a un Policía Motorizado acerca del desafío de explorar otros géneros, su fanatismo por la serie y el show que dará este viernes 29 de octubre en el Teatro Coliseo para presentar los temas del material discográfico.

¿Cómo surgió la propuesta para realizar las canciones de la reversión de Okupas? ¿Cómo se dio el primer acercamiento para realizar el proyecto?

Bruno Stagnano me mandó un mensaje e hicimos una reunión en el estudio Resto del Mundo. Lo primero que me propuso es si podía usar siete canciones de Él Mató a un Policía Motorizado en siete escenas de Okupas. Obviamente me enloquecí. Me parecía genial. Yo estaba feliz de que volviese Okupas y que a Bruno le gustaran las canciones del grupo. Además de esos siete temas, en esa charla surgió la posibilidad de componer canciones para remplazar las que no se podían usar. En ese momento se decidió que yo me aparte del registro de él Mató, que era importante para que haya un sonido más heterogéneo. A partir de ahí, arrancamos un trabajo largo, ya que las canciones del grupo las desgravamos porque considerábamos que algunas tenían que tener un ajuste en el tempo para acompañar las escenas. Con estos arreglos, sacamos un disco aparte con las canciones del grupo dentro de Okupas y después salió mi trabajo en solitario “Canciones sobre una casa, cuatro amigos y un perro”.

¿Cómo fue el proceso de creación teniendo en cuenta que debía tener tu impronta y la de la serie?

Obviamente hubo un desafío de meterme en géneros nuevos. Eso fue lo más complicado, pero a la vez lo hice con mucho placer porque me divirtió el desafío. Cuando lo haces con ganas y motivación eso lo sorteas de alguna manera. Yo me siento conforme. No solo por haber cumplido con ciertos canones del género, sino por haber hecho canciones que me gustan. Traté de sumergirme en cada género escuchando música. La idea era respetar esas marcas de estilos que definen a los géneros musicales porque así lo pedía la serie y porque eso le iba a dar una potencia especial. Fue un trabajo largo y estuvo bueno. Por ejemplo, en la cumbia me tiraba a hacer cumbia villera, que en una época yo consumía mucho, pero después entendí que no era el momento de la cumbia villera en el año de Okupas

¿Por qué decidiste plasmar parte de la banda de sonido en un disco? ¿A qué se debe la elección de solo 19 temas?

La idea del disco de banda sonora es un clásico. Hay un montón de bandas sonoras con las cuales crecí. Llevé a cabo el mismo proceso cuando hice la música para la película "La muerte no existe y el amor tampoco". De todas las composiciones que hice, elegí para el álbum las que tienen formato de canción. Después hay mucha música instrumental dentro del material, que funcionan para acompañar escenas de la serie.

¿Fue difícil abordar el proyecto musicalmente teniendo en cuenta que la serie es de principios de siglo y aún no existían muchos estilos que se consumen en la actualidad? ¿Te gusto hacer canciones rockeras con un estilo orientado a finales del siglo XX?

Totalmente. De hecho, era parte de la premisa. La parte de rock fue lo primero que hice, pero no era cualquier rock, ya que no era como el de Él Mató, sino un rock clásico un poco noventoso y un poco más viejo también. Me divirtió mucho, debido a que soy un amante de toda la música. Okupas me permitió jugar con estos géneros sin sentir miedo o vergüenza que por ahí hubiese tenido si lo hacía por mi cuenta. Fantaseo siempre con explorar otros géneros, pero siempre me detengo y digo qué voy hacer yo en esto.

¿Hubo algún género que te hubiese gustado abordar y que no se encuentra en la banda sonora?

Hace unos años me cope mucho con el heavy metal más melódico tipo Rata Blanca o algo más de los ochenta. Empecé a componer mucho de eso. Era un proyecto que quedó medio por hacerse. Toda esta etapa me hizo acordar a ese momento, solo que ahora lo concrete. La verdad que recorrí un montón de cosas que no tenía pensado hacerlas. Eso me generó una satisfacción muy grande. Hay canciones que no quedaron en el corte final. De hecho, había una salsa que suena en un momento cuando están en Quilmes. Hay música electrónica que suena cuando los personajes están en un boliche. Quedaron muchas canciones que en algún momento vamos a sacar.

¿Cómo llegan Vicentico y Jorge Serrano al proyecto?

La idea de sumar colaboraciones surgió a partir de una idea de Bruno para que las canciones no tuviesen siempre la misma voz, ya que era raro que este siempre cantando en diferentes géneros. Fui invitando a personas que admiro y a amigos. Durante la pandemia me hice muy amigo de Vicentico, que nos juntamos siempre a jugar al fútbol los martes y viernes. Ahí me animé a pasarle la canción a ver si le gustaba. Se re copo y fue increíble. A su vez, Nico Landa, que conoce a muchos músicos, me pasó el contacto de Jorge, que se copó y grabó su parte en Villa Gesell. Un genio total.

También trabajaste con tu padre, ¿cómo fue la experiencia? ¿lo habías incluido en alguno de tus trabajos previos?

Era una cosa que yo quise hacer desde siempre como grabar una canción con mi papá. Tenía una canción con una onda medio western y folklórica que era ideal para que él se sume. Esa canción siempre estuvo ahí esperando a ser grabada y recién ahora nos pusimos a hacer la base. La oportunidad de Okupas fue perfecta porque mi viejo es un cantor folklórico amateur. Le mostré el tema y le sorprendió que estaba trabajando en esas cosas. Además, volví a conectar con esa música que sonaba en mi casa cuando era chico. Después me aleje del género porque era la música de mis viejos y uno empieza a forjar su personalidad. En conclusión, era un sueño que tenía y lo pude cumplir.

Has mencionado que te consideras un fanático de la serie, ¿qué significó formar parte de este proyecto? ¿cómo te sentiste al ver el resultado final?

La verdad que quede muy contento. Cuando lo vi en Netflix fue una emoción increíble. Soy fanático de la serie. La vi cuando salió a principios de siglo, vi las repeticiones y grabé capítulos en VHS que miraba siempre. Ser fanático me ayudó mucho, ya que me dio mayor seguridad para hacer el trabajo. Sentía que entendía perfecto la esencia de Okupas

¿Pudiste conocer a los protagonistas de la serie? ¿Te dieron alguna devolución del trabajo?

Los pude conocer a todos. Estaban felices con la banda sonora. Incluso me decían que había escenas que estaban mejor. Tuve el gusto de conocerlos a todos y me dieron palabras de cariño.

Este viernes 29 de octubre presentas el disco en el Teatro Coliseo, ¿tiene una sensación distinta este show a otras presentaciones?

Tengo la mejor sensación. Tengo mucha ansiedad de la buena. Va a ser un evento único, debido a que no creo que pongamos esta puesta en escena de vuelta en un futuro. Va a haber muchos invitados y sorpresas. Además, estoy ensayando con muchas bandas por los diferentes géneros que hay en el disco. La idea es poner todo sobre el escenario y tratar de ser fieles a lo que se propuso en el álbum para llevarlo al vivo. Me tiene muy feliz porque en los ensayos salió todo bien. Va a hacer un evento inolvidable. 

¿Qué proyectos se vienen a futuro con la banda y como solista?

Con Él Mató sacamos “Unas vacaciones raras”, que fue la última vez que nos juntamos con los chicos en el estudio. La idea es esperar un poco a que los shows se parezcan a lo que eran previo a la pandemia. Tenemos el privilegio de poder esperar. Creemos que no es una obligación tocar por tocar. Decidimos volver al vivo en las condiciones que nos gustan estar. Creemos que estamos cerca de anunciar alguna fecha con Él Mató pronto.