A partir de las 13, el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores dará a conocer la sentencia del juicio a los ocho rugbiers acusados de matar a golpes y patadas a Fernando Báez Sosa. El hecho ocurrió durante la madrugada del 18 de enero de 2020 a la salida de un boliche en Villa Gesell.

En ese sentido según Télam, el fallo de los jueces María Claudia Castro, Emiliano Lázzari y Christian Rabaia se conocerá en el primer piso de los tribunales dolorenses, donde se realizó el debate oral por el crimen entre el 2 y el 26 de enero últimos.

De esa manera, los magistrados definirán la situación penal de Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz, y Luciano, Ciro y Lucas Pertossi, quienes llegaron al juicio imputados por el delito de "homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas".

La lectura de la sentencia será transmitida a través del canal de Youtube de la Dirección de Prensa y Comunicación de la Suprema Corte de Justicia bonaerense.

El pedido de la defensa de los padres de Fernando

Tanto los fiscales Juan Manuel Dávila y Gustavo García, como los abogados Fernando Burlando y Fabián Améndola, quienes representan a los padres de la víctima, consideraron acreditada la responsabilidad penal de los imputados.

Incluso, en la acusación sostuvieron la figura del homicidio doblemente calificado, en concurso ideal con "lesiones leves", por los golpes sufridos por amigos de Báez Sosa que intentaron ayudarlo.

En ese sentido, pidieron que los ocho jóvenes sean condenados a prisión perpetua. Además, señalaron que "no hubo roles", sino que "todos hicieron todo, todos se pusieron de acuerdo para matar a Fernando, todos lo golpearon".

El pedido de la defensa de los ocho acusados

El defensor de los imputados, Hugo Tomei, consideró por su parte en su alegato que todos ellos deberían ser absueltos por la "incongruencia" entre la acusación original y la planteada por la fiscalía.

Al mismo tiempo, pidió que en caso de ser condenados por el tribunal, el hecho sea encuadrado como un "homicidio en riña", que prevé una pena máxima de seis años de prisión. Además, esto les permitiría a los acusados acceder casi de manera inmediata a una libertad condicional, por los tres años que llevan con prisión preventiva.