A pesar de que venía amagando con ser candidata presidencial por la Coalición Cívica desde fines de enero, finalmente hoy Elisa Carrió formalizó su intención de presentarse este año y sumarse al amplio lote de postulantes de Juntos por el Cambio que aspiran a la Casa Rosada.
“Lilita” engrosará así la nómina de candidatos presidenciales de la oposición, que en el caso de Juntos por el Cambio ya tiene anotados a Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta por el PRO, y a Gerardo Morales y Facundo Manes del radicalismo.
Carrió regresa así al terreno de las candidaturas luego de haber anunciado en reiteradas oportunidades en los últimos años que se bajaba de la política activa.
Su regreso obedece a distintos motivos.
El primero de ellos, como la propia Carrió dijo hoy al anunciar su postulación por radio, es garantizar la “unidad” de la oposición.
Carrió se ve a sí misma como garante de cierta unidad entre las distintas líneas internas que componen la coalición opositora, donde se registran múltiples fricciones.
Sin embargo, en los últimos tiempos se la vio más cerca de dos de los referentes de Juntos por el Cambio lanzados a la carrera presidencial: Horacio Rodríguez Larreta y Gerardo Morales. Con el Gobernador de Jujuy y sus equipos técnicos, de hecho, ya mantuvo dos reuniones en lo que va de 2023.
De esta manera, Carrió se muestra más alejada del sector interno de Juntos por el Cambio conocido como “los halcones”, y que tiene como referentes a Patricia Bullrich y a Mauricio Macri.
Carrió cree verdaderamente que la unidad de la oposición está en riesgo, con amenazas ciertas de ruptura del espacio en varios puntos del país, como Córdoba y Mendoza, donde los distintos candidatos a gobernador no logran consensuar entre el PRO y el radicalismo quién encarará la fórmula.
Pero otra razón importante de Carrió para lanzarse a ser candidata es negociar espacios de poder para su propio partido: la Coalición Cívica.
Carrió sabe que es casi imposible que la Coalición Cívica coloque a un candidato en la Casa Rosada, aunque sea ella misma la que encabece la fórmula.
Por lo tanto, según varias fuentes de Cambiemos, hace su apuesta a lanzarse para luego de las PASO, habiendo obtenido una cantidad determinada de votos, y de esa manera lograr negociar espacios de poder para los cuadros de su propio partido político ya sea ante el radicalismo o el PRO, quienes van a encabezar la fórmula que compita con el Frente de Todos.
Incluso hay quienes especulan que esa negociación puede producirse antes de las PASO, y en ese escenario Carrió podría “bajar” su postulación a cambio de la garantía de que su gente estará en las listas.
En ese sentido, Carrió apunta a la renovación de bancas legislativas para su sector político, la Coalición Cívica, muchas de las cuales se ven amenazadas por las otras “tribus” políticas de Cambiemos.
Carrió cree que la unidad del espacio no está garantizada, aunque en el pasado se ganó varios enemigos internos al salir a cuestionar mediáticamente a varios referentes del espacio.
A Cristian Ritondo, exministro de Seguridad bonaerense y actual precandidato a gobernador por el PRO, por ejemplo, lo trató de “barrabrava”.
“Cuando un partido político decide poner de presidente de bloque a alguien que, en su vida privada, su vida política, tiene comportamientos de barrabrava, tiene que llamar a una profunda reflexión de quienes dirigen ese partido y de Mauricio Macri que lo avala”, dijo Carrió en diciembre del año pasado.
También dijo que estaba dispuesta a “renunciar” a Juntos por el Cambio, pero que no iba a tolerar prácticas corruptas.
“Hay personas clave de Juntos por el Cambio que hacen negocios”, dijo, y agregó que “si quieren que me vaya de JxC no tienen más que pedirme. Pero no me callo más, prefiero morirme”.
El lanzamiento de Carrió se produce en el contexto de un Juntos por el Cambio donde Mauricio Macri aún mantiene la incógnita respecto de si será candidato, una indefinición que condiciona al resto del espacio.
Sin embargo, los tiempos se aceleran y Macri deberá definir más temprano que tarde.
En las últimas horas, uno de los principales exponentes de la UCR, el diputado Mario Negri, salió a decir que esta falta de definiciones de parte de Macri perjudicaba las chances electorales de la oposición.