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Imagine Dragons: con dedicatorias a Messi y las banderas argentina y LGBTIQ+ como estandarte regaló un show explosivo

Con más de 50 mil personas presentes, la banda planteó un recorrido por sus más de diez años de carrera en el marco de la gira "Mercury World Tour". Hits, clásicos y las nuevas canciones fueron el motor de una noche llena de optimismo, intensidad musical y celebración que valieron la pena después de la cancelación del recital en octubre del año pasado. Los detalles del show, en esta nota.

Imagine Dragons: con dedicatorias a Messi y las banderas argentina y LGBTIQ+ como estandarte regaló un show explosivo
Fotos: gentileza prensa DF Entertainment.

Más de 50 mil almas fueron testigos de uno de los regresos más esperados a la city porteña: Imagine Dragons. Desde Las Vegas Dan Reynolds (vocalista), Wayne Sermon (guitarrista), Ben McKee (bajista) y Daniel Platzman (baterista) han conquistado diversos rincones del planeta llevando su música optimista y enérgica en un recorrido por más de diez años.

Apenas diez minutos pasadas las 21, el público en el Campo de Polo hizo silencio ante las luces apagadas y todas las miradas se fijaron sobre el escenario. Se escuchó una voz con un texto que sentaría las bases para el tono filosófico de la noche, invitando a los todos a despertar con diversos mensajes optimistas, reflexivos y catárticos, sus procesos, los vínculos y la esencia de la vida. Esta voz era la encargada de crear un clímax inmersivo que viajaba por la naturaleza y paisajes tridimensionales que no dejaban despegar la mirada del escenario y se fue repitiendo a lo largo de todo el show como un hilo conductor.

De esta manera, Imagine Dragons salió al escenario y arrancó la noche con “My Life”, de la primera entrega de su álbum doble, “Mercury — Act 2,”. Desde el primer momento no dejaron ni una duda sobre el calibre del show que estaban por brindar. Sin pausa le dieron lugar a “Believer”, el hit global del tercer disco de estudio de la banda, Evolve. Con banderas del colectivo LGBTIQ+ y argentinas que les hacían llegar desde el público, Dan Reynolds no escatimó en demostraciones de afecto y agradecimiento por la euforia del mismo.

A diferencia de otros artistas que no suelen decir mucho sobre el escenario más que sus canciones, el frontman del Imagine Dragons aprovechó cada cierre o apertura de algún tema para transmitir buena energía y mensajes positivos, para agitar la camiseta argentina al ritmo de un "Muchaaaachos" (la única palabra en español que esbozó) y hasta decir en medio del canto "I love Messi" mientras sonaba el hitazo "Thunder".

El setlist fue una combinación perfecta de los clásicos hits de la banda mundial con lanzamientos recientes de su último disco. Hubo momentos de particular catarsis en canciones como “Whatever it takes” y en los hits de “Radioactive” y “Believer”, que son las canciones estandartes del grupo. 

25 tracks completaron la noche del espectáculo que había generado ansias desde el año pasado tras su cancelación y postergación en octubre. Pero como siempre dicen, lo bueno se hace esperar, y esta vez no falló. 

Para cuando sonaron los últimos acordes de “My Life”, Imagine Dragons había dejado todo sobre el escenario, sin antes despedirse, bajar del escenario y saludar al público de la valla y hasta firmar carteles que le pasaban. Dan se tomó el tiempo, agradeció y hasta se mostró muy conmovido por lo que estaba presenciando. Y en este contexto, claro que admitió, como muchos otros que "somos el mejor público del mundo".

Y así se despidieron, dejaron la energía de más de 50 mil personas al cien y demostrando por qué son una banda convocante a nivel mundial, dirigida a todos los públicos, donde grandes y chicos disfrutan de su talento musical y compositivo.


 

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