La contienda interna entre Jorge Macri y Martín Lousteau para quedarse con la candidatura porteña de Juntos por el Cambio tomó una elevada temperatura en la primera semana de campaña, que aleja toda posibilidad de una fórmula conjunta en los comicios generales de octubre.

Los diputados que sancionaron en 2013 la ley 4.894, que instauró las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias en la Ciudad de Buenos Aires, evitaron a propósito incluir la categoría de Vicejefe de Gobierno en la elección.

Tuvieron la intención de dejar abierto ese espacio para una negociación posterior a esa instancia, que permita que el ganador de la interna le ofrezca a su derrotado acompañarlo en la fórmula.

Por eso en su artículo 39 indica que “dentro de las cuarenta y ocho (48) horas de recibida la notificación de su proclamación, el/la candidato/a a jefe de Gobierno de cada agrupación política debe seleccionar al candidato/a a vicejefe de Gobierno que lo acompaña”.

En el 2015, cuando se realizaron las primeras PASO porteñas para Jefe de Gobierno, tanto Horacio Rodríguez Larreta como Gabriela Michetti anunciaron de antemano a sus compañeros (Diego Santilli y Hernán Lombardi, respectivamente).

Pero esa vez, más que una advertencia de que no elegirían a su rival de turno se trató de una forma de atraer un poco más de atención pública en los últimos días de la campaña.

Michetti lo hizo en el programa de Mirtha Legrand, mientras Larreta aprovechó el cierre del debate de candidatos en TN para hacer lo propio.

Con los cruces de la primera semana de campaña ya se puede confirmar que en esta ocasión tampoco habrá fórmula entre los cabezas de lista.

El primer chispazo grande se dio cuando Lousteau decidió subirse discursivamente a las impugnaciones varias que pesan sobre el primo del ex presidente Mauricio Macri por su reciente pasado como intendente de Vicente López.

En su discurso ante el estadio techado de Argentinos Juniors, el senador radical y ex funcionario kirchnerista hizo alusión más de una vez al presunto desconocimiento que su rival tiene sobre el territorio de la Ciudad.

Incluso sonrió e hizo una pausa muy pronunciada cuando parte del público comenzó a corear “de que barrio sos, de que barrio sos Jorge Macri…”, con el mismo ritmo de cancha con el que muchas hinchadas cargan a los simpatizantes de San Lorenzo.

En un lugar privilegiado miraba la escena María Migliore, la Ministra de Desarrollo Urbano y Hábitat porteña, que tiene muchas chances de acompañar a Lousteau en la fórmula.

Migliore tiene una formación católica y peronista que la ha llevado a trabajar en los barrios más postergados del distrito, y esa militancia entusiasma a la cúpula radical, que sabe que gran parte de la juventud partidaria no aceptaría alguien con pasado conservador o más cercano a la derecha liberal.

Además, le permitiría retener la mayoría del electorado macrista puro en caso de ganar la interna, situación que no sucedería en caso de que Lousteau eligiera como vice a Graciela Ocaña, quien va como primera candidata a legisladora porteña, y cuya postulación también fue impugnada ante la Justicia.

Un gris en la ley electoral le permitiría a Ocaña renunciar a su postulación como diputada y subir a la candidatura de Vicejefa, pero su falta de “feeling” con gran parte del núcleo de votantes macristas podría provocar una fuga de votantes hacia Ramiro Marra, candidato liberal, o hacia Roberto García Moritán (otro de los candidatos de derecha, esposo de la modelo y actriz Carolina “Pampita” Ardohain).

Muchos dirigentes del radicalismo se quejan porque Ocaña se llevó más lugares en las listas de lo que prometía su magro tres por ciento de intención de voto como Jefa de Gobierno.

El tercero que aparece en la lista como potencial candidato a vicejefe de Gobierno es un caso especial, ya que se trata de un dirigente codiciado y seducido por los dos espacios: el ministro de Salud porteño Fernán Quirós.

Por el lado de Lousteau afirman que puede ir con ellos por su simpatía radical de toda la vida, y también porque todavía está enojado por la forma en que el macrismo lo hizo bajar de la candidatura a Jefe de Gobierno, a la que también aspiraba, a través de una encuesta y no de una elección.

Los amarillos puros sostienen sin embargo que Quirós siempre se reivindicó como un producto del Pro, a tal punto que cuando Larreta le ofreció lanzarse como uno de sus posibles sucesores no dio el visto bueno definitivo hasta comunicarse con Mauricio Macri, que estaba fuera del país.

Por las dudas, también desde el búnker de Jorge Macri miran con atención a Emmanuel Ferrario, vicepresidente de la Legislatura y uno de de los dirigentes más progresistas en materia social y de derechos del partido.

La campaña recién empieza y todavía pasará mucha agua bajo el puente hasta el 13 de agosto, pero aunque de los dos lados sostengan que guardan un as en la manga, las cartas ya están echadas.

Jorge Macri, en tanto, se mostró en recorridas porteñas acompañado por Patricia Bullrich y le reprochó irónicamente a Lousteau su pasado como ministro kirchnerista.

“¿Cuántas veces dijo que no conozco la Ciudad? ¿125?”, se preguntó Macri, aludiendo a la famosa resolución 125 que estableció retenciones al campo y que fue firmada en su momento -en 2008- por Lousteau cuando era ministro de Economía, lo que generó un duro enfrentamiento entre el por entonces Gobierno nacional y el sector agropecuario.