CABA: siguen los problemas con la preservación de viviendas protegidas
Una rápida acción de los vecinos impidió la demolición de una vivienda que perteneció al artista plástico Federico Klemm, en el barrio de la Recoleta. La falta de un listado completo de edificios protegidos genera daños en el patrimonio urbanístico.
Fachada de la casa de Recoleta que perteneció a Federico Klemm y se salvó de la demolición.
Una denuncia vecinal logró de momento preservar la fachada de una vivienda protegida por ley, ubicada en el barrio de Recoleta, y que perteneció al artista plástico Federico Klemm, quien fuera una figura de la cultura porteña, con alta exposición mediática en la década de los 90’.
Se trata casa de estilo neohispánico ubicada en la calle French 2825.
De acuerdo a la denuncia realizada por un grupo de vecinos de la zona, el inmueble está protegido por haber sido declarado de interés cultural, además de estar emplazado en un área de protección histórica, pero sin embargo sus nuevos propietarios encararon una reconstrucción que contemplaba cambios no autorizados por la legislación.
"Es una casa que perteneció a la Fundación Klemm y que la comisión de monumentos históricos dijo que no podía ser demolida, pero hace 15 días llegó una arquitecta con un escribano y comenzaron los trabajos”, advirtieron los denunciantes.
Lo primero que se hizo es solicitar permiso para entrar a los edificios vecinos a los efectos de constatar el estado de las medianeras, de acuerdo al relato de la comisión de vecinos.
Una de ellas, que se identificó con el nombre de Silvana, agregó que el lunes pasado se iniciaron las tareas para demoler parte de la fachada, pero que luego no se pudo observar más porque la casa está tapiada.
En el frente fue colocada una placa con un Código QR, en el que aparece como información oficial que se está realizando una “demolición parcial” del lugar.
Federico Klemm fue un ícono de las artes plásticas y la cultura en los años 90, que se hizo popular por tener su propio programa televisivo, además de participar en varios ciclos famosos.
"La casa está protegida por interés cultural. Tiene una protección cautelar, es decir que se puede demoler parcialmente pero el frente no puede ser tocado porque tiene valor histórico. La construcción tiene que ser limitada, pero ahora empezaron a demoler una parte de la fachada", insistió la vecina.
Las protecciones de ese tipo sólo permiten intervenir los interiores, como en los casos de la Torre Saint, en Once, o el petit hotel donde hoy funciona Casa Cavia, en el barrio de Palermo.
Federico, otro vecino de Recoleta, formalizó la denuncia ante la Agencia Gubernamental de Control (AGC) por "falta de conservación o mantenimiento de fachada o balcón".
Tras las quejas públicas apareció por el lugar un equipo del citado organismo para colocar una faja de clausura a la obra, y de parte de los nuevos propietarios también se aclaró que no habrá cambios en el frente del inmueble.
Esta situación que se produjo en Recoleta se multiplica en la mayoría de los barrios porteños, ya el Gobierno de la Ciudad impulsó en los últimos años diferentes iniciativas para fomentar la construcción.
Ante la falta de terrenos nuevos, los inversores buscan adquirir propiedades antiguas y aprovechar algún resquicio en la legislación para realizar trabajos con el fin de ganar metros o poner en valor esos inmuebles.
Ante estas situaciones reiteradas, la Justicia le prohibió al gobierno porteño autorizar, a través de excepciones de ningún tipo, demoliciones, reformas, ampliaciones o nuevas construcciones sobre los inmuebles anteriores a 1941.
Además instó al Ejecutivo a terminar el relevamiento solicitado por la Legislatura porteña hace ya más de 15 años para saber cuántos de esos edificios tienen valor patrimonial, para ser declarados protegidos para siempre.
La medida judicial fue dispuesta por el Juzgado Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad de Buenos Aires N° 10, a cargo de Aurelio Ammirato, en respuesta a una causa impulsada por el Observatorio del Derecho a la Ciudad, la Asociación Civil Basta de Demoler, la Fundación Ciudad y SOS Caballito.
Los amparistas desde hace tiempo reclamaban el cumplimiento de la Ley 2.548, que fijaba como plazo máximo al 31 de diciembre del 2011 para la confección de un catálogo completo de los inmuebles anteriores a 1941, que se calculan en más de 140.000 unidades.
Si bien ya en 2009 la Legislatura pidió un informe pormenorizado de las miles de construcciones anteriores a la fecha elegida, hasta el momento sólo se presentó un registro de propiedades de las Comunas 1 y 2, que comprende los barrios de Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Montserrat , Constitución y Recoleta.
El relevamiento fue realizado por la facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires y solamente abarca unos 5.200 del total de edificios que deberían ser protegidos.
Ante esta falencia, muchos inmuebles son demolidos o refaccionados, y cuando la Justicia intenta actuar ya es tarde, y no hay posibilidad de vuelta atrás.