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Eruca Sativa: "En los momentos más críticos, las personas se tienen que apoyar en el amor y no en el odio"

La banda formada en Córdoba dará su primer show en el Arena de Villa Crespo en su 16° aniversario. Filo.news dialogó con Lula, Brenda y Gaby sobre cómo llegaron a este momento, el nuevo material en el que están trabajando y también del momento que atraviesa el país.

Eruca Sativa: "En los momentos más críticos, las personas se tienen que apoyar en el amor y no en el odio"
Eruca Sativa cumple 16 años y lo festeja a todo trapo en el Arena | Foto: prensa.

Eruca Sativa cumple 16 años. El power trio cordobés conformado por Lula Bertoldi, Brenda Martin y Gabriel Pedernera celebrará su aniversario el viernes 8 de diciembre en el Arena de Villa Crespo y Filo.news entró a la sala de ensayos para dialogar con los artistas y rememorar cada paso que dieron hasta llegar acá. Pero además de hablar de música, se centraron en la coyuntura, una crisis económica y política que no deja de impactar en el ciudadano de a pie y que desde su lugar en cada show intentan mitigar.

Entramos cerca de las 11.30 a la sala en el barrio porteño de Villa Ortuzar, el equipo completo estaba desayunando con exquisiteces de una panadería del Beccar cerca de la casa de Lula. Apenas ingresamos dijeron que los agarramos justito comiendo y contaron que acostumbran a llevar alguna especialidad de sus ciudades para deleitar entre ellos. "El azúcar nos motiva", afirmaron entre mate y mate hasta que gritaron "dale, vamos a tocar" con un espíritu casi adolescente. 

El power trio cordobés se encuentra trabajando en un nuevo álbum, contentos de poder seguir creando tan encendidos y candentes como hace 15 años. 

Dos músicos y una licenciada en Relaciones Públicas, pero con sangre de artísta

Previamente a conformar Eruca Sativa los músicos compartieron diferentes bandas. En 2004 Brenda y Gaby tocaron juntos en Torax y luego en 2005 la bajista y Lula integraron Lucila Cueva, en esa oportunidad sin Gaby. 

El 2007 fue el año en el que convergieron los tres, pero en ese momento junto a otra cantante que no duró mucho en Eruca, pero a la que recuerdan con amor. "La acompañamos en dos shows y la pasamos re lindo, pero después nosotros seguimos nuestro camino. Tal vez la onda que queríamos hacer en ese momento era más de nosotros tres", sostuvo Lula con sus anteojos distintivos, sentada junto a Gabi y Brenda en la sala técnica del estudio. 

Lula, Brenda y Gaby se entienden a la perfección, convergen de una forma increíble y es lo que perciben ellos y el público. Los tres coinciden en que si no tuvieran esa chispa les costaría mucho más. 

El encuentro entre una estudiante a poco de convertirse en licenciada en Relaciones Públicas con una familia de artistas, una mujer que toca la guitarra desde los 7 años y trabajaba pura y excusivamente para pagar la sala de ensayos, y un batero de cepa que desde niño golpeaba hasta el tapizado del auto de su papá.

Como la mayoría de las personas que necesitan mantenerse, Brenda trabajó de varias cosas antes de dedicarse de lleno a la música. Pero siempre lo hizo para sustentar la sala de ensayo. 

"Nunca puse en duda la música, toco la guitarra desde que tengo 7 años y siempre quise dedicarme a esto, es como que todos los demás trabajos los hice en función de tener plata en el bolsillo para poder ir ensayar", aseguró.

"La música era lo único certero que tuve desde siempre. Nunca pensado como un trabajo, pero en un momento casualmente se convierte en un trabajo de a poco, pero nunca fue un objetivo ni ganar plata ni que sea un trabajo. El fin era tocar en una banda", expresó Brenda Martin recostada en una silla y cerca de las guitarras, aunque su especialidad es el bajo.

Gaby arrancó a tocar la batería de muy chico y contaba con una red de contención familiar importante para un niño que comenzaba a caminar los andenes de la música. "Miraba los videos de los grupos me gustaban y escuchaba los discos y era como tengo que estar ahí, llegar a estar en ese lugar. En ese momento estaba muy de moda Guns N' Roses -donde tocó Steven Adler hasta el '90, que fue reemplazado por Matt Sorum-, y yo miraba los vídeos y decía tengo que estar ahí", recordó el músico.  

Para Gaby "nunca existió la posibilidad de hacer nada por fuera de la música".

"Mis viejos me apoyaron mucho, notaron que había como un interés de mi parte tocar la batería y lo bancaron a full, más allá de que obviamente se iban rompiendo las cosas porque yo le pegaba todo con los palos. Se fueron rompiendo los autos, las sillas, los sillones. Los autos tenían en la parte de adelante del volante, algo que se llama torpedo, pero en ese momento era como acolchadito, el auto que tenía mi papá. Entonces yo le pegaba eso que se iba a descascarando y mi papá tenía que cambiar el tapizado. Valoro mucho esa actitud. Cómo que él era de decir 'bueno, ya cambiaremos el tapizado', en vez de decirme a mí 'no lo hagas más'", relató Gaby en agradecimiento a su padre, quien jamás osó cortarle las alas y lo acompañó en todo momento.

Ganar plata con la música era algo a lo que no aspiraban ni Brenda ni Gaby, les llegó. Así el baterista contó que lo llamaron para tocar en una escuela llamada Academia Argüello, en una especie de seminario de la historia del folcklore argentino y cuando terminó el profesor que lo había convocado le dijo: "Por lo que hiciste hoy, esta es la paga" y cuenta el cordobés que solo atinó a mirar a su padre que estaba al lado y se quedó atónito porque eran $30, que en ese entonces, año '95, era mucha plata. "Ahí fue como, listo, es por acá... y seguí haciéndolo durante todo ese año y después fui tocando siempre en grupo, así hasta hoy", concluyó.

Para Lula fue distinto, tenía una carrera en curso cuando comenzó con la música. Sin embargo, a contó que en su casa desde siempre se respiró música su abuela materna fue directora de coros y enseñaba folklore y su papá era locutor y tenía muchos discos. "Empecé a tocar a los 12 años, en realidad un poco antes arranqué con el piano, pero muy poquito. Después ya a los 12, mi abuela me regaló mi primer guitarra, pero fue de casualidad todo, no lo decidí, como que nunca había pensado de dedicarme la música hasta que los conocía a ellos", confesó. 

En la época de Lucila Cueva junto a Brenda, Lula dejó de lado lo artístico para terminar su licenciatura en relaciones públicas, hoy a pesar de que trabaja y vive de la música tiene su título universitario. "Yo soy más de ir viendo... pero de golpe me encuentro con ellos dos, la banda con lo que habíamos armado y me voló la cabeza", puntualizó la cantante, que en ese momento recordó que fue Gaby quien le insistió y le dijo: "Vos podrías dedicarte a esto", un chiste interno que quedó para los tres. 

"Pero un día me levanté en Córdoba, donde estaba estudiando, y me dije 'sí, la verdad que yo no puedo vivir sin hacer música'", en ese momento Lula decidió que le iba a dedicar a Eruca Sativa su tiempo completo y en cuanto terminó la licenciatura en relaciones públicas decidió ponerse a tocar a full.

"Fue como que dije 'che, está re bueno esto de hacer música, vamos a darle para adelante'. Capaz que si no me encontraba con Brenda y Gaby mi destino hubiese sido otro", señaló Lula.

Tanto Gaby como Brenda y Lula sabían que Eruca como proyecto iba a funcionar, ya desde el primer ensayo supieron que tenían futuro y lo trabajaron de esa manera. Sentían que lo que transmitían en vivo era algo iba "a flashear" al público. "Estabamos haciendo un tipo de música que no escuchamos que estuvieran haciendo otros artistas. Nos parecía que iba a sorprender y con ese espíritu armamos la banda y salimos a tocar a todo tipo de lugares", sostuvo el cordobés.

Brenda, Gaby y Lula | Foto: prensa.

Los Eruca venían de ver un video del día de la primavera de 2008, que revivieron sus fans, donde se los veía tocando en una fista que se celebra en Villa Carlos Paz y con pocos ensayos encima. En ese entonces ellos ya presentían que su banda iba a tener futuro y ya se podía ver el ADN rockero.

"Hay una energía hermosa que es la que queremos conservar, que nos siga pasando. Como muy adolescente, esa necesidad de zapar en vivo y el entusiasmo; de ahí lo que está pasando, creo que esa conexión y ese fervor es lo que menos se puede fingir. Es algo que todavía está vivo y que personalmente siento que si no estuviera vivo, no sé si se puede seguir sin ese fuego", exclamó Lula. 

El disco que se traen abajo del brazo los Eruca está grabado de esa manera, zapando, encontrándose en el estudio, arengándose entre ellos y con una motivación que sigue intacta después de 15 años. 

"Ahora vamos al estudio y bum vomitamos música, que salga todo lo que tenga que salir y está buenísimo lo que está pasando, hay una energía linda", sostuvo Lula.

En el mismo estudio de Villa Ortuzar se grabó Seremos primavera un álbum que se hizo "en otro plan", mucho más "sosegados". En ese entonces, según contó Brenda, volvían de girar mucho y buscaban "bajar un cambio y ponernos a hacer las canciones desde otro lugar". 

"Buscabamos un sonido distinto al de los discos anteriores que eran más tocados en vivo, pero ahora tenemos ganas de volver a eso. Entonces nos juntamos, zapamos y vamos haciendo desde ahí las canciones. Tiene que ver con esa energía del principio que vos decís, porque así nos conocimos metiéndonos en una sala tocar", recordó Brenda.

Con un nuevo álbum en vivo en el Obras y canciones a estrenar, Eruca festeja un nuevo aniversario en el Arena

Para el show en el Arena de Villa Crespo los Eruca van a llegar recargados, el agite que tiene la banda en vivo ya se anticipa en el vivo de obras que salió el mes pasado. Además, van a llegar con canciones nuevas para hacer de su 16° aniversario, una noche inolvidable.

Y pese a que no quisieron spoilear lo que se viene el próximo 8 de diciembre, sí anticiparon que están preparando una puesta en escena especial, "que tiene que ver con que la gente esté metida al escenario".

Eruca Sativa y el "privilegio" de poder abstraerse de la crisis en la música 

Salir de la pandemia para los músicos fue algo traumático y que tardó un poco más que para el resto de los eventos masivos. Los shows en vivo como se los conoce -masivos, con público parado y sin distancia social- no volvieron hasta fines de 2021. 

"Superamos un momento muy complejo como banda, salimos de la pandemia con todas las letras porque no hacíamos un show masivo como el de Obras desde antes de la pandemia. Ahora estamos en un buen momento humanamente hablando, entre nosotros, y está bueno también que nos agarre fuertes porque a nivel social está muy duro", expresó Brenda.

La sociedad está agotada, busca salir a un recital y despejar un poco la cabeza, a saltar, agitar y encontrarse con el otro en una especie de comunión. "En estos momentos es necesaria la música, el arte en general, y son tiempos en los que florece", mencionó Gaby.

Por su parte, Lula destacó el privilegio que significa tener un refugio en la música, donde se abstrae de la coyuntura y puede escapar por un rato de la cruda realidad social, política y económica. 

Lejos de negar la realidad, los músicos tienen la posibilidad de expresarla desde el plano artístico. "Es un privilegio enorme hacer música, entonces con más razón lo valoramos, lo disfrutamos y lo vivimos con esa intensidad de que tenemos suerte de poder hacerlo, porque realmente es una suerte poder hacer música y compartirla", resumió.

"Tener este cable a tierra es ideal. En los momentos más críticos, las personas se tienen que apoyar en el amor, no en el odio, ya sean tus hijos, tu casa, tu profesión, tu pareja, tu perro, tu gato, lo que te guste, pero apoyarse desde lo que te hace bien, no en lo que te destruye", inció su análisis social Lula. 

Aunque inmediatamente volvió en sí y se criticó: "Es súper utópico pensar tan así, ilusamente porque la verdad es que la gente se caga de hambre. Entonces, pienso que lo que estoy diciendo, lo digo desde una burbuja. Mientras hago música adentro de un estudio, hay gente que no tiene para comer, no tiene para pagar la luz, no tiene para el agua no tiene agua".

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