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Winona Riders toma la posta: show contundente en Niceto Club y cierre de un año increíble

La banda que vino del Oeste a copar el under finaliza un 2023 en el que agendó 59 fechas con cada vez más agite y descontrol. Recientemente agotaron un Teatro Flores con la presentación oficial de su disco, y acaban de cerrar el año en un Niceto Club detonado.

Winona Riders toma la posta: show contundente en Niceto Club y cierre de un año increíble
(FOTOS: Toto Pons.)

Por Cristian H. Palomba

El show de los Riders en Niceto Club despegó cerca de las nueve de la noche y fueron tres horas de viaje a través de largos pasajes, en los que parecía que los instrumentos se iban a terminar desarmando.

Sonaron temazos de su primer álbum, “Esto es lo que Obtenés cuando te Cansás de lo que Ya Obtuviste” (2022), como “Dopamina” o “Anton” y también de su reciente “El Sonido del Éxtasis” (2023), como “A.P.T (American Pro Trucker)” o “Más Fuerte que el Sol”.
 

También el público pisó el acelerador y desde abajo llegaron represalias. Se conformó una pintura que parecía sacada de otra época, con pogos a las trompadas, gente pies para arriba haciendo mosh hasta el escenario y gritos de locura.

El resultado es un Niceto Club que cautiva hasta a los recién llegados. En el aire se siente que sí, “acá estaba la cosa”: la gente no se vuelve tan salvaje con todos los artistas. ¿Por qué sí con Winona?

La fórmula resulta todo lo contrario a la escena mainstream: temas de más de ocho minutos, trances instrumentales, riffs y baterías cargadas.

A los guitarristas y vocalistas Ricky Morales y Ariel Nigrelli se les suma el Gabriel Carabajal en percusión, Francisco Cirillo en batería, Santiago Vidiri en bajo y Mauro Arenas en teclado y sintetizadores. Juntos proponen una carrera lisérgica para escapar de la norma y parecen decir “nos vemos del otro lado”.

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La banda se formó en 2018 entre Haedo, Ramos Mejía e Ituzaingó. Ya telonearon a su más grande influencia, The Brian Jonestown Massacre, y ya tuvieron el incidente que los transformó en fenómeno under.

En marzo programaron un recital en Niceto Bar, la sala más chica de Niceto Club, que está cruzando la calle y tiene capacidad para 100 personas. Dos horas antes, la convocatoria triplicaba este número. La esquina estaba totalmente colapsada y el tráfico cortado. La gente que no pudo entrar se colgó de los ventanales del lugar solo para verlos. Fue entonces que llegó la policía, el bardo y el rock and roll. Mientras tanto, los Riders eran una flama en el escenario. Algo había cambiado.

Nueve meses después y cruzando la calle, Winona Riders hace vibrar a aproximadamente mil personas, en un show contundente y con vibras consagratorias. Y que también augura un 2024 con venues que queden chicos.

Por Cristian H. Palomba
Fotos: Toto Pons

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