Ir al contenido
Logo
Musica

Divididos volvió al templo del rock después de 20 años

Después de finalizar su gira de los 35 años, la Aplanadora volvió a Obras Sanitarias y brindó un show electrizante, tal como tiene acostumbrado a su público.

Divididos volvió al templo del rock después de 20 años

Después de 20 años, Divididos volvió tocar con dos fechas totalmente agotadas en el estadio Obras Sanitarias, con un show a electrizante, con exceso de rock gracias al mixtura increíble que generan la viola de Ricardo Mollo, el bajo de Diego Arnedo y la batería de Catriel Ciavarella.

El show arrancó pasadas las 21.30 horas, pero ni bien se apagaron las luces el público estaba exultante. Arrancó con un videoclip de fondo y un minuto después apareció la Aplanadora en el escenario con bombos y ponchos, para arrancar el show con Haciendo Cola Para Nacer.

Apenas terminó Haciendo Cola Para Nacer, Mollo y Arnedo se sacaron los ponchos y Catriel empezó a tocar el inicio de El 38, el público se volvió loco y saltaba al ritmo del clásico rockero de Acariciando lo áspero. Y siguieron con La Mosca Porteña con un increíble solo de guitarra, y Haciendo cosas raras

Pero en el regreso al templo del rock no estuvieron solos, en Sisters los acompañó, Mike de Kapanga en guitarra. Más tarde, en Burrito también subieron sus compañeros Román y Diego, en batería y guitarra acústica, respectivamente, mientras que Arnedo tocó la armónica y Catriel se puso encima el bajo.

Diego Arnedo y su histórico bajo | Foto: Facundo Lombardo.

Hacia la mitad del show, tocaron Tajo C y Mollo recordó: "Este fue el último tema que tocamos la última vez que estuvimos acá. Teníamos tres discos. Pero ahora somos más jóvenes y vamos a tocar un poco más".

Como no podía ser de otra manera, tocaron el famoso y tan esperado popurri: Madley "Sumo". Cada vez que toca Divididos, el público espera escuchar algo de la mítica banda que supieron conformar allá por 1980, Arnedo y Mollo junto a Luca, Alberto Troglio, Germán Daffunchio y Roberto Pettinato.

Cerraron con Sucio y Desprolijo, Paisano de Hurlingham, Cielito lindo y Dame Nesquik, en lo que fueron 15 minutos increíbles a puro agite.

"Divididos es familia"

Al ingreso del show se vivía un clima de fiesta, todos juntos esperando que arranque el show, compartiendo una cerveza o charlando. Muchas familias: padres e hijos, pero también hermanos, parejas, primos y como no puede faltar en un buen show, amigos. 

Una mujer, que casualmente venía con su hijo de 20 años a ver a la Aplanadora, contó que la primera vez que los vio fue en Vélez después de seguirlos de muy joven y que desde aquel día solo pensó en volver a verlos.

"Muchos de mis amigos no saben lo que es ir a un recital con sus padres, yo creo que tengo más recitales con mi vieja que solo", dijo el joven, porque sí, el rock también es familia, el encuentro con el otro.

Un grupo de hermanos se acercó y nos dijo: "Estamos acá por el cabeza, él fue el que nos trajo y nos hizo conocer esta banda". El hermano mayor, ese que lo nombraron como "el cabeza", recordó que la primera vez que fue a Obras fue a ver una banda extranjera, salió y encontró una revista "Generación X" con Ricardo Mollo soleando en la tapa y le comentó a su primo que quería ir a ver a la banda, desde ahí no dejó de seguirlos.

"Rosario siempre estuvo cerca", dijeron dos amigos que venían a verlos de Rosario y se volvían esa misma noche a su provincia natal.

El show duró cerca de tres horas, con un sonido espectacular, a pesar de que Mollo confesó que en el medio del recital tuvieron inconvenientes con unos equipos -que se quemaron- pero pasaron casi desapercibidos. 

El complemento de la batería de Catriel, con la guitarra de Ricardo y el bajo de Diego, es show obligatorio para todos aquellos amantes del rock.

    Ultimas Noticias