Los Pericos y su renacimiento con Big Yuyo: "Para nosotros era el mejor disco de todos y ya se sentía que pasaba algo"
El mítico grupo de reggae celebra el álbum que los volvió a poner en lo más alto de la escena argentina. Filo.news entrevistó a la banda y recordó como fue la grabación de su primer disco autoproducido.
A 32 años del lanzamiento de Big Yuyo, Los Pericos celebran el álbum que los volvió a poner en lo más alto de la escena argentina con un íntimo show el 19 de abril en elTeatro Coliseo. La icónica banda de reggae recordó cómo fue el período de composición, producción y grabación de Big Yuyo, el primer álbum que se autoprodujeron, y prometieron grandes sorpresas.
Entramos a Clon Factory GrowShop cerca de las 18 horas y estaba todo revolucionado, Los Pericos estaban haciendo notas con diferentes medios en un lugar donde en los '90, cuando salió el disco, no podrían haberlo hecho. Obviamente, Big Yuyo hace un juego de palabras con la marihuana, "siempre tuvimos ese juego de palabras y que tengan un simbolismo característico que tenga que ver con nosotros", precisaron.
Pero en aquella época era tal la negación a esta planta que hasta se relacionó el nombre del disco con un hacker: “Yuyo” Barragán. El mensaje era claro: intentar escapar a la voracidad de la ciudad. "Ya no tengo respiro, todo gira veloz, todo será distinto cuando pare el reloj. Nadie me va a atrapar, nadie me va a encontrar porque, colgado de una rama voy a quedarme una semana, puedo rezar en la mañana mirar el cielo y fumar", cantan en la canción homónima que le da nombre al álbum.
Previo a la llegada de Big Yuyo, Los Pericos venían de grabar Rab a Dab Stail, que no pegó mucho y la compañía discográfica comenzaba a despegarse de la banda porque los tomaban como un “grupo de moda”. Sin embargo, nunca dejaron de hacer lo que les gustaba y que tanto disfrutaban: tocar con amigos.
“Este disco no tiene influencia de nadie, solo de nosotros creyendo mucho en lo que estábamos haciendo”, aseguró Guillermo "Willy" Valentinis, guitarrista de la banda. Se metieron de lleno en el disco pensando que iba a ser “el mejor de todos”, aunque coinciden en que siempre que ingresan en una sala piensan que están produciendo algo increíble. Con canciones como Waitin’,Eu vi chegar y Hacé lo que quieras que hasta hoy cantamos y bailamos, Los Pericos presentaron su cuarto álbum de estudio.
"Nos empezamos a dar cuenta que éramos nosotros los que mejor nos entendíamos y la mejor manera de que nosotros sonemos genuinamente era si estábamos autoproduciendonos. Además, nadie apostaba a nosotros en ese momento. Ahí nos dimos cuenta que no necesitábamos a nadie externo que venga a decirnos como hacer las cosas. Sabíamos lo que queríamos y lo que necesitabamos, en cuanto a equipamiento y tecnología. Por eso, desde lo compositivo hasta la tecnología sabíamos que éramos nosotros y el resultado estuvo bueno. A partir de ahí, continuamos produciéndonos", confesó Ariel "Topo" Raiman, baterista del grupo.
Aunque previo a la salida del álbum, ya habían canciones que eran furor en los boliches o incluso que estaban cantadas en inglés y después la letra se grabó en castellano. Gastón Goncalves (bajista) recuerda con cariño esa época, en la que tocar en boliches no era exclusivo de bandas de cumbia o reggaeton, sino que el rock y el reggae tenían un espacio también. “Llegamos a hacer 2 shows el viernes, 3 el sábado y 2 el domingo”, recuerda y hace una representación como que llegaban a la casa y estaban destruidos. Es que los shows que daban no eran de 5 canciones, estaba compuesto por un vasta lista de temas: "Tocabamos una hora y cuarto", precisó.
En esos boliches Los Pericos tocaban canciones de Big Yuyo antes de que el álbum existiera, lo que llamamos canciones inéditas. En ese momento, el local bailable grababa la canción y después la pasaba, por eso cuando el grupo volvía a tocar todos conocían ese tema que no tenía un lugar en un disco.
"Fue un disco que había sido muy pasado entre la gente antes de ser grabado. Se sentía que pasaba algo, o sea que todos estaban como enganchados. Es raro que cuando vamos a ver a un artista por primera vez y toca un tema nuevo, te enganches. Nosotros tocábamos mucho en el sur y en el oeste (del conurbano bonaerense) y se empezó a armar como un pre Big Yuyo. Después cuando salió, fue medio tranquilo, porque salimos como 'Mi resistencia' y nos fuimos de gira", relató Gastón.
Esa gira fue la primera que realizaron Los Pericos: Venezuela, Estados Unidos y el sueño de llegar a Jamaica. Pero cuando volvieron a Argentina, Big Yuyo ya era un éxito, había pegado por todos lados. "Nos fuimos siendo unos artistas y cuando volvimos acá eramos otros", aseguró Gastón, e inmediatamente Willy lanzó: "Nos fuimos siendo pobres y volvimos siendo ricos" y explotaron las risas. Aunque hizo un paréntesis e ironizó: "Sobre todo volvimos ricos por el show para 200 personas en Venezuela".
La llegada a Jamaica: tocar el cielo con las manos
En su primer gira por Latinoamérica, Los Pericos llegan al lugar que toda banda de reggae quiere conocer, la tierra de Bob Marley. Post grabación de Big Yuyo, desembarcan en Jamaica para la 6ª edición International Festival Reggae Sunsplash.
Una vez en Jamaica esperaban que todo sea “reggae” y Bob Marley en las calles. Habían idealizado un lugar qué tal vez no existía, cómo los extranjeros que vienen a Argentina y esperan escuchar tango en cada esquina.
“Fue muy sorprendente-aseguró Gastón- por varias cosas, una de ellas fue que en realidad nosotros pensamos que iba a estar todo Bob Marley cantando por las calles y todos eran rastas y todos eran más tipo raperos, les gustaba un género de música que era más el Dancehall que después devino en el reggaeton, los rastas eran más los padres de estos chicos y estaban más recluidos en la montaña por un tinte más religios".
Pero sin dudas tocaron el cielo con las manos cuando Rita Marley, pareja de Bob, los invita a los estudios Tuff Gong Records, donde se grabaron grandes éxitos como Three little birds, Is this love y Could you be loved.
"Todo lo que pasó ahí fue un antes y un después en la vida de Pericos", reconocieron.
Después de casi 40 años, la amistad continúa con el mismo cariño y complicidad. Willy, Topo y Gastón coinciden en que disfrutan de tocar juntos, que son de sus mejores momentos y que cada vez que se meten a producir un disco, para ellos va a ser “el mejor de todos”.