A comienzos de junio, varias terminales automotrices activaron incrementos en sus listas de precios, retomando una política de ajustes que había sido pausada durante mayo tras la advertencia directa del ministro de Economía, Luis Caputo. 

Ford, Toyota, General Motors y Renault enviaron nuevas grillas a sus redes de concesionarios con aumentos que, en promedio, rondan el 2%, a pesar del compromiso informal asumido con el Palacio de Hacienda tras la salida del cepo cambiario.

En aquel encuentro realizado en mayo, Caputo había planteado de forma explícita que si las automotrices aplicaban subas “se iba a perder la confianza” en la relación con el sector. También mencionó que el Gobierno contaba con herramientas para forzar la marcha atrás de esas decisiones si los acuerdos no se cumplían. Desde entonces, el sector evitó modificar sus valores, pero el escenario cambió con la llegada del nuevo mes.

De acuerdo a reportes privados, Ford envió una actualización con incrementos promedio levemente por encima del 2%. Toyota definió subas entre 1,3% y 2,5%, según el modelo. General Motors aplicó ajustes que se ubican en un rango de entre 1% y 3%, mientras que Renault informó un aumento general cercano al 1,8%. Además, se espera que en los próximos días Volkswagen también traslade nuevos valores a su red de ventas, con un porcentaje estimado de ajuste del 1,5%.

Las modificaciones se producen mientras el Gobierno intenta fomentar el uso de divisas no declaradas para el consumo de bienes durables, incluyendo automóviles. En mayo, la venta de autos registró un incremento interanual del 60%, con una mayor participación de unidades importadas en comparación con los vehículos de producción nacional.