El cineasta y artista visual estadounidense Angelo Madsen visita por primera vez la Argentina para presentar su obra y compartir su mirada sobre el cine contemporáneo, la creación colectiva y la potencia política de la cultura. Con una filmografía que cruza documental, performance e investigación personal, el realizador se convirtió en una de las voces más singulares del cine experimental actual.
Aunque suele ser presentado como director, artista y también profesor, Madsen evita encasillarse. “Generalmente digo que soy cineasta y artista visual. A veces soy profesor”, dice entre risas. Su vínculo con el cine tampoco nació desde la cinefilia clásica, sino desde la práctica: “Mi amor por el cine llegó cuando empecé a hacer mis propias películas en la universidad. Me enamoré del proceso de edición: la forma en que podés mover el tiempo y crear una sensibilidad completamente diferente sobre cómo funciona”.
Esa relación libre con el lenguaje audiovisual también explica su manera de crear. Madsen no se piensa como un narrador tradicional ni trabaja desde estructuras lineales:
“Sigo lo que me interesa y me mantengo cerca de lo que conozco. No me considero un storyteller. Me interesan las ideas y las relaciones. Contar una historia me resulta prescriptivo, como si siguiera una fórmula. Cuando comparto ideas me siento más libre”.
Su paso por Argentina no solo estará marcado por proyecciones, sino también por el encuentro con el público. Para Madsen, la experiencia colectiva en una sala tiene un valor irremplazable: “Cualquier oportunidad de que públicos en vivo experimenten una obra juntos es una bendición. Pero hoy, más que nunca, los artistas tenemos que trabajar el doble para poner en primer plano la importancia de la cultura y la diferencia”.
Sobre esta primera visita al país, asegura que prefiere evitar idealizaciones:
“No conozco Argentina y soy escéptico de los superlativos. Pero estoy entusiasmado por mi primer viaje y seguro de que su público es encantador”.
Sin grandes expectativas porque “llevan a decepciones”, el director espera encontrarse con artistas, hacedores culturales y nuevas amistades. “Quiero tener conversaciones productivas sobre el trabajo y la vida”, resume.
Con una obra que combina la experimentación formal y la búsqueda identitaria, Madsen llega para abrir preguntas más que para responderlas. Y quizás ahí radica la marca más potente de su cine: invitar a pensar sin necesidad de explicarlo todo.
FAQ8 comienza con una tarde de juego, música y cultura queer
Este 6 de diciembre a las 17, FAQ abre su nueva edición con Queer Ping Pong, un evento participativo que mezcla ping pong, baile, cultura queer y música electrónica. Como parte de su espíritu de experimentación, este año la actividad se realiza en el CETC – Centro de Experimentación del Teatro Colón, un espacio que acompaña la propuesta exploratoria del festival.
Gracias al apoyo del Goethe-Institut, Queer Ping Pong llega por primera vez a Buenos Aires con su creadora Yeşim Duman, curadora y gestora cultural, junto a la pole performer DJ FRZNTE (Franziska Zahl, una de las figuras más destacadas de la escena club berlinesa) y las DJs locales Gogó Dansey y DJ Squirt.
A diferencia de la lógica nocturna de la cultura de club, Queer Ping Pong propone un encuentro diurno, lúdico y comunitario: una tarde de tenis de mesa, sets de DJ, partidos de singles y dobles, rondas rotativas y un torneo para quienes se animen. Las paletas y pelotas serán provistas, aunque quienes quieran pueden llevar su propio equipo.
De gira por primera vez en Latinoamérica, la propuesta sostiene un formato no competitivo, con una única categoría y centrado en la diversión, la integración y el encuentro. La entrada es libre y gratuita.