Durante la madrugada del lunes se produjo la fuga de detenidos alojados en la comisaría de Bernardo de Irigoyen, hecho que fue detectado cuando el personal de guardia encontró un boquete en la pared del baño del calabozo. A partir de esa constatación se confirmó que un grupo de personas privadas de la libertad había salido del sector sin autorización, lo que motivó el inicio inmediato de un operativo cerrojo en la zona fronteriza.

Al avanzar la verificación interna se estableció que siete presos se habían retirado de la dependencia. Uno de ellos, Juan José Ferreira Alvez, fue localizado más tarde en las cercanías de la comisaría y quedó nuevamente bajo custodia, mientras que continúa la búsqueda de los otros seis.

La información difundida por el medio Primera Edición identifica a Alejandro Ramos, Emanuel Krourluch, Daniel Simons, Agustín Morais, Jorge Ojeda y Darío Brítez como los reclusos que permanecen prófugos.

Las tareas de localización derivaron en el despliegue de controles de acceso, rastrillajes en zonas de monte y patrullajes coordinados por la Unidad Regional XII, que incorporó drones, canes rastreadores y grupos tácticos. En paralelo, ante la posibilidad de un cruce por pasos no habilitados hacia territorio limítrofe, se solicitó asistencia a la Policía de Brasil para ampliar el alcance del operativo.

Mientras se mantiene el dispositivo de búsqueda, la fiscalía de turno abrió una investigación sobre los efectivos que se encontraban de guardia al momento de la fuga, con el fin de determinar si existió algún tipo de participación, acción u omisión que pudiera haber facilitado el episodio.