Sin lugar a dudas, este Mundial es de los más extraños que se han jugado. La rápida eliminación de los gigantes y grandes candidatos, le abrió el caminó a equipos que nunca han llegado a instancias decisivas y que cuentan con levantar el título más preciado por un futbolista.
Dentro de las selecciones que aspiraron de base a la misma se encuentra Inglaterra. Por la actualidad de sus jóvenes y por el potencial que han demostrado, además del sorpresivo cuadro que ha quedado en su lado de la llave, en la que no tiene por delante campeones del mundo, al menos hasta la final.
Con mucha ilusión, los hinchas viven al grito de la frase "It's Coming Home" (Viene a casa) y sueñan con conquistar el título luego de 52 años. Pese a esto, uno de ellos parece haberse adelantado y no le tenía mucha fe al equipo, pero igualmente demostró su apoyo incondicional con los Tres Leones.
Dan Welch, un fanático del Luton Town del ascenso de su país, había asegurado que si Inglaterra llegaba a los cuartos de final, se iba a tatuar el nombre de los 23 jugadores que integran el plantel y el entrenador en su pierna. Tras el pase por penales ante Colombia, el fanático cumplió su palabra.
El gesto del hincha ha generado sentimientos de todos lados, algunos lo acusan de no confiar en el plantel como para ganar la Copa del Mundo, mientras que otros lo admiran por el hecho, en la vorágine en la que viven en ese país el sueño que está a dos partidos de poder cumplirse.