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Salud

Día Mundial de la Obesidad

Este año, el lema es "Todos necesitamos actuar" y pone foco en mejorar la comprensión, la prevención y el tratamiento de la obesidad en el mundo. Por eso, hablamos con tres especialistas sobre el tema.

Día Mundial de la Obesidad

El Día Mundial de la Obesidad se celebra cada 4 de marzo desde el 2020, convocado por la Federación Mundial de la Obesidad en colaboración con sus miembros mundiales, para exigir estrategias para detener el aumento del sobrepeso y la obesidad, especialmente en niños, niñas y adolescentes. 

En sus ediciones anteriores, este día buscó alentar a las personas a "conocer las causas fundamentales de la obesidad, abordar el estigma relacionado con el peso y poner en primer plano las voces de las personas con experiencias vividas". Este año, el lema es "Todos necesitamos actuar" ("Everybody needs to act") y pone foco en mejorar la comprensión, la prevención y el tratamiento de la obesidad en el mundo.

Con este objetivo en mente, desde Filo.News hablamos con la Lic. Araceli Vallone, Nutricionista especialista en obesida (@lic.aracelivallone), la Dra. María de los Ángeles Sanchez Calvin, médica especialista en nutrición y en psiconutrición (@DraSanchezCalvin) y Cristian Lecussan, medico clínico especializado en Nutrición y Obesidad en centro médico Bionut (@bionut_obesidad).

La obesidad es una enfermedad producida por múltiples causas que afectan el equilibrio neuro inmuno metabólico y psicosocial. El aumento de tejido adiposo produce en el cuerpo un grado bajo de inflamación, pero en forma constante que responde a todas las enfermedades con las que se asocia la enfermedad.

"Podría dar una definición acerca de la obesidad como la de la OMS, que habla de porcentaje de tejido adiposo aumentado o un índice de masa corporal igual o mayor a 30, pero quisiera trasmitirles primero que no siempre la palabra obesidad discrimina y que, al igual que pesos aumentados, NUNCA define a una persona. Los profesionales de la salud usamos definiciones porque hacemos ciencia y debemos hablar el mismo idioma entre colegas y basarnos en estudios comprobados y no en opiniones o experiencias de vida", aclara la Dra. Sánchez Calvin.

Sobre sus causas, Vallone sostiene que la mala alimentación y la falta de actividad física son, sin dudas, dos pilares enormes a la hora de conocer la obesidad pero también tenemos que tener en cuenta otros aspectos de la vida como el manejo de las emociones que pueden llevar a comer de más, el estrés y la falta de descanso.

Lecussan coincide en que las causas son de todo menos simples y sostiene que "No se trata únicamente de comer de más y moverse menos", ya que está asociada con múltiples interacciones de factores ambientales, de estilo de vida, genéticos, hormonales, entre las que se puede enumerar:

  1. Alimentación hipercalórica alta en grasas saturadas, alta en azúcares agregados, pobre en fibras, vegetales y frutas.
  2. Un marcado sedentarismo o síndrome de inactividad física generado por enormes barreras al movimiento: larga jornada laboral, falta de áreas recreativas, alto precio de equipos deportivos y de membresías de clubes y gimnasios, entre otros.
  3. Un alto estigma social que genera culpa y desadaptación, llevando a las personas a buscar tratamientos mágicos que a su vez conducen a ciclos de fracaso y reganancia de peso.

En cuanto al tratamiento, la nutricionista Vallone destaca que el mejor es aquel en el que el paciente forma un equipo con los profesionales: médico, nutricionista, psicólogo, psiquiatra y todas aquellas áreas que sean necesarias. "El rol de los profesionales es acompañar a los pacientes en el proceso de cambio de hábitos que le permitan tener un peso saludable y sostenible lejos de dietas restrictivas que ya sabemos que no funcionan".

En el área nutricional, explica, se debe trabajar en relación a la calidad de los alimentos que se eligen, cantidad de los mismos, pero también contemplar los gustos, preferencias, horarios y todo lo relevante ya que cada persona es única y su tratamiento debe ser personalizado

A este respecto, Sanchez Calvin coincide: "Siempre les digo a mis pacientes que mi búsqueda es ser su última nutricionista y no su última dieta. Por eso, como profesionales de la salud especializados en nutrición, debemos tener herramientas como la psiconutrición, el mindfuleating, la psicología, la psiconeuroinmunoendocrinología, porque el tratamiento debe ser individual, personalizado e interdisciplinario, aplicado con inclusión y respeto".

"Hoy en día, tenemos 3 fármacos [Naltreva, Orlistat y Saxenda, aprobados por la ANMAT] que podemos usar, pero primero debemos hacer un abordaje integral de nuestros pacientes para estar seguros de que entendieron que cerrar la boca, sobre exigirse, culparse, prohibirse, comer menos y ejercitar más, no son la solución a largo plazo, y que estos fármacos son efectivos si están bien recetados, de forma adecuada y acompañados de cambios duraderos de hábitos y de profesionales de la salud que los supervisen".

Finalmente, hay otra cuestión muy asociada a la obesidad que tiene que ver con la mirada de los otros. Para Lecussan, si bien hay un reconocimiento creciente en la comunidad médica a verla como una enfermedad, persiste el fuerte estigma hacia las personas con obesidad y hacia los proveedores de atención médica que los tratan. 

Vallone sostiene que hoy las personas no solo tienen que aprender a convivir con esta compleja enfermedad sino, además, lidiar con una sociedad en donde la delgadez es sinónimo de éxito. "Se dice que las personas con obesidad son vagas, descuidadas afectando muchísimo su autoestima y eso no es así. Si bien hoy la tendencia está cambiando, todavía falta mucho camino por recorrer es pos de dejar de etiquetar a las personas que sufren por esta enfermedad".

Sanchez Calvin, que en su labor combina la psicología con la nutrición, concluye que la salud puede existir en todas las tallas pero el problema aparece cuando no hay salud. "Quisiera que se entienda que el mensaje más importante es que cada ser humano tiene derecho a ser respetado y escuchado y que en la búsqueda de descenso de peso no debe olvidarse la individualidad, por eso es importante basarnos en una alimentación intuitiva, inclusiva, respetuosa incluyendo la psiconutrición en nuestros tratamientos y que se entienda que no hay necesidad de hacer dietas, cambiar tu cuerpo, controlar lo que comes, ni juzgarte por cómo te ves o te sentís, hay una forma compasiva, intuitiva y respetuosa de cambiar hábitos. Como sociedad necesitamos escucharnos más, abrir la mente y darle más valor a todo lo que implica el buen nutrirse y no solo el alimentarse".

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