Limpiar siempre la piel
Este primer paso es clave para un buen cuidado facial. No puede pasar un solo día en que no limpiemos la piel. La limpieza permite que se vuelva más permeable a la colocación de productos que se apliquen cotidianamente, como por ejemplo una base de maquillaje. Debe realizarse antes de dormir para retirar todo lo que quede del make up y las impurezas que se generan a lo largo del día; y también a la mañana antes de colocar cualquier producto facial. Por más de que cada una deba usar productos indicados para su tipo de piel, los que se sugieren son los hipoalergénicos, comedogénicos, libres de fragancias y que estén testeados dermatológicamente.