Los blanqueamientos de última generación no abrasionan el esmalte, no lo descalcifican así como tampoco da sensibilidad dental. Es un tratamiento indoloro.

Los dientes duran blancos según el tipo de esmalte del paciente y según el tipo de cuidado posterior al blanqueamiento.

Un blanqueamiento puede durar hasta un año, pero siempre depende de la calidad del esmalte que tiene la persona y de lo que se lo cuide con el tipo de dieta y el cepillado.

No sustituye una limpieza dental, sino que la limpieza dental debe hacerse cada 6 meses y previamente al blanqueamiento.

El blanqueamiento es un aclaramiento del esmalte dental que varía de acuerdo en cada persona según el esmalte que tenga, que puede ir de 2 a 6 tonos, y que depende del número de sesiones y del cuidado posterior al blanqueamiento. El mismo es un tratamiento cosmético.