Vehículos arrastrados por la corriente y viviendas inundadas en Sant Llorenç des Cardassar. Así amaneció el este de la isla de Mallorca, devastada por el desbordamiento de un torrente luego de una descomunal tormenta. 

"Salí del coche por la ventana y nadé 500 metros por el torrente para salvar mi vida", señaló Manuel Torrescusa uno de los 8.000 habitante de la localidad cuyo vehículo fue arrastrado por la riada.

El área más afectada se encuentra a unos 60 kilómetros al este de Palma de Mallorca, la capital de esta isla del Mediterráneo muy turística y frecuentada por alemanes y británicos.

"Más de 400 efectivos trabajan para evaluar los daños y atender a la población afectada", informó este miércoles el gobierno de Baleares. "Las líneas del 112 (urgencias) están colapsadas... Por favor, evitad llamar para ofreceros voluntarios", agregó.

Además cuentan con la presencia de dos helicópteros, ocho vehículos y perros de búsqueda enviados desde Valencia por la Unidad Militar de Emergencias española.

Más de 200 personas fueron desalojadas y se habilitaron los polideportivos Miquel Ángel Nadal y Na Capellera de Manacor y Es Pinaró de Son Servera para acoger a los vecinos afectados, que han pasado allí la noche.

Decenas de vecinos atrapados en sus casas, esperando ser rescatados en los tejados, terrazas y balcones.