El proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo sigue sumando voces. En esta ocasión, llegó el debate al Senado, en donde hasta el momento 90 expositores dieron a conocer sus posiciones.

Abel Albino, titular de la Fundación CONIN, tuvo la palabra este martes 25 de julio y brindó declaraciones en las que resaltó su postura en contra de la despenalización. Sin embargo, su ponencia generó polémica y fueron el centro de discusión en Twitter.

"Es increíble: me dan ganas de llorar tener que venir a una Cámara de Senadores a pedir por favor que no maten a los chicos. Por favor, son seres humanos como nosotros y tienen un derecho personalísimo. Abortar es matar a un niño", aseguró.

Luego, afirmó que el aborto es el 0,05 por ciento de la problemática de la mortalidad femenina; por lo tanto, que todo el país esté movilizado, le pareció "sorprendente": "No hay agua en el 30% del país. Hay 20 millones de argentinos que no tienen cloacas: es es un problema de salud pública y solucionarlo debería ser política de Estado", añadió.

"Una mujer embarazada es un tesoro para el país y su hijo es una joya. Somos el primer país del mundo en riqueza en relación con sus habitantes. Somos un país vacío. Gobernar es poblar: necesitamos gente", continuó.

A su vez, definió al aborto como una práctica" criminal, contraria a la moral y a la dignidad de la medicina": "Matar a un embrión es matar a un ser humano, lo dice la Academia Nacional de Medicina. La vida de un niño no se discute", explicó.

"Los espartanos mataban a todos los chicos con problemas. ¿Qué quedó de Esparta? Nada. No existe nada. Todo lo que conocemos de ellos es por los historiadores. ¿Será que al matar a los chicos más débiles mataron a sus literatos, a sus genios, a sus artistas, a sus científicos? ¿O será que ya estaban tan embrutecidos que cometieron esa atrocidad?", comparó.

Asimismo, dio a conocer su postura sobre la eficacia de los anticonceptivos: "El profiláctico no la protege de nada. ¡El virus del sida atraviesa la porcelana!".

Finalmente, señaló que la vida es un derecho "personalísimo", anterior a la civilización y al Estado: "Si lo ponen como ley, pues será una ley inmoral. Ustedes van a tener las manos manchadas de sangre de esas criaturas".