A la inflación histórica que sufrimos el año pasado se le debe adicionar que los alimentos y consumos básicos crecieron aún más que el promedio, el efecto es claro y se evidencia en un consumo en caída.
Estando en febrero podemos analizar como viene evolucionando el consumo de la población en el primer mes del año, que continúa con la tendencia que arrastra desde 2018, y es el de una franca caída. Explicado por precios que crecieron por encima de los ingresos, el menor poder adquisitivo muestra sus síntomas y las perspectivas no parecen mejorar.
Los precios
Según el informe presentado por el Centro de Economía Política Argentina, que releva precios de 37 productos de consumo básico en la zona de CABA y GBA, los alimentos fueron los más afectados.
El producto que más aumentó fueron las manzanas rojas pero se explica por factores estacionales, los incrementos que se destacan son los precios de la carne y el pollo.
La canasta básica alimentaria para una familia con 2 adultos y 2 menores llego a los $10.917 que es poco menos que un Salario Mínimo Vital y Móvil ($11.300). De esta forma, mostro un aumento de 3% si comparamos con diciembre de 2018 y de 63% respecto a enero de 2018, muy por encima del poco más de 59% que tiene el promedio total de incremento de precios en el mismo periodo.
El incremento desde octubre de 2015 llega a 244% en la canasta básica alimentaria mientras que el salario mínimo aumento 102% (pasando de $5.588 a $11.300). De acuerdo al informe, si se hubiera aplicado un incremento equivalente al de la canasta básica, el salario mínimo vital y móvil debería alcanzar los $19.223.
El consumo
Si miramos el consumo en este primer mes del año observamos que se mantiene la tendencia heredada del año pasado. Según el informe presentado por Damián Di Pace, de Focus Market, la caída se da tanto en el Gran Buenos Aires como en el interior.
Acorde a la caída en las unidades consumidas hay 5,3% menos de transacciones, además de menos unidades promedio por Ticket que es de $185,57.
Según el informe, todas las familias continúan con comportamientos negativos y particularmente las Bebidas son la familia que presenta caídas con mayor profundidad. El 50% de las caídas (variaciones ponderadas), se explican por el desempeño de las Bebidas Sin Alcohol (23,25%), Lácteos (14,86%) y Bebidas Con Alcohol (11,91%)
Para el resto del año, la consultora pronostica que el consumo mantendrá la tendencia declinante y no espera cambios significativos.