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Dólar blue en máximos, emisión descontrolada y trampa de nominalidad

La cotización del dólar blue se acerca a los $200. ¿Es un precio que justifica el pánico? Los números en términos absolutos nos muestran sólo una foto, pero no la película completa. 

Dólar blue en máximos, emisión descontrolada y trampa de nominalidad
El dólar blue se acerca a la barrera de los $200.

Un clásico argentino: conversación entre amigues sobre lo barato que eran las cosas hace 5, 10 o 20 años, sobre todo cuando no la estamos pasando bien económicamente, como ahora. 

“¿Te acordas que la gaseosa salía $1?”, “Con $100 eras Ricardo Fort en el boliche”, o “antes cuidabas las monedas”, son todas frases más o menos recurrentes cuando recordamos que todo tiempo pasado fue mejor. Lo mismo pasa cuando circula en redes algún folleto con precios viejos de algún supermercado. 

Ofertas del 2007 en un supermercado

Lo que muchas veces no distinguimos es que el valor de las cosas hay que compararlas con nuestros ingresos. Al hacerlo, los recuerdos se empiezan a poner un poco más confusos. Tal vez en el momento donde la gaseosa valía $1 estábamos desempleados, y comprar una todos los días era prácticamente imposible. Si no hacemos esta relación, caemos en la trampa de la nominalidad. 

En Argentina tenemos ciclos recurrentes: momentos donde nuestros ingresos suben por encima de la evolución de los precios, pero aparece una crisis y salta el dólar; los salarios se estancan y la inflación sube más rápido, haciendo que podamos comprar cada vez menos cosas. En esta última fase es cuando recordamos el pasado con nostalgia.

La vicepresidenta Cristina Kirchner apeló a este sentimiento durante la campaña electoral previa a las PASO. En sus apariciones públicas, reivindicó la política salarial de sus gobiernos, particularmente el segundo, donde el poder adquisitivo de los ingresos en pesos crecieron por encima de los precios y el sueldo ganó poder de compra. Sin embargo, los resultados electorales cuestionan la estrategia discursiva.

Fuente: IERAL.

Emisión descontrolada

Diego Santilli, y buena parte de la oposición, apelan a la nominalidad para hacer campaña electoral. Pese a la incapacidad del candidato a Diputado Nacional para aportar datos en una entrevista memorable, el colo tiene sus defensores. Los números que respaldan su teoría de una “emisión descontrolada” como única responsable de la inflación los divulgó uno de los editorialistas más importantes del país. 

“Hoy Ernesto Tenembaum le preguntó a Diego Santilli si sabía cuánto era. Santilli no pudo responder. Vamos a responder nosotros. En los primeros seis meses del año, promedio, el Banco Central emitió 55 mil millones de pesos por mes. A partir de la mitad del año para acá, sobre todo con la vista en las elecciones, ese rango pasó a ser de 200 mil millones por mes. Es probable que en diciembre, como todos los diciembres hay más gasto, haya una emisión de 300 mil millones de pesos”, dijo Carlos Pagni en su programa de LN+.

Parece una cantidad de dinero descomunal, mucho más del que probablemente cualquiera de nosotres vayamos a ver en nuestra vista. Pero, en términos de análisis económico, ¿Qué pueden aportar los números absolutos si no se los relaciona con la evolución de otras variables, como la inflación o su relación con el PBI? La trampa de la nominalidad sorprende hasta a las personas más lúcidas del país. 

Sin embargo, la Base Monetaria viene creciendo por debajo de la inflación. Los últimos datos disponibles de octubre muestran que esta variable aumentó un 33,3% durante los doce meses anteriores, mientras la inflación del mismo período se ubicó cómodamente por encima del 50%. Es decir, la BM cayó en términos reales.

Pese al aumento extraordinario de la emisión durante el año pasado, utilizado para enfrentar la emergencia de la pandemia, la cantidad de dinero en circulación y en cuentas a la vista (cajas de ahorro) como porcentaje del PBI está en niveles históricamente bajos. Entre 2010 y 2019, el promedio fue de 11,4%. Pero a septiembre de este año, el ratio se ubica en 10,1%. Como vemos, el “empapelamiento de billetes” no es tan apocalíptico.

Fuente: BCRA

El blue a $200

La trampa más reciente está en el blue. La cotización del dólar ilegal superó su máximo histórico de $195, alcanzado en octubre del año pasado, y amaga con superar la barrera psicológica de los $200. Superar ese nivel tendrá un impacto significativo en los titulares, otra vez, por la nominalidad. 

El blue de $195 de la corrida del año pasado no es el mismo de hoy. En el medio, tuvimos una inflación superior al 50%. Por lo tanto, para que el billete paralelo llegue al nivel de la crisis cambiaria del año pasado en términos reales (descontando la inflación), debería ubicarse en los $285, muy lejos de su valor actual. 

En este caso, la trampa de la nominalidad es particularmente dañina para quién sólo mira los titulares y no los movimientos de fondo. Quien se alarma con un blue en $200 puede salir corriendo a comprar a una cueva con sus ahorros. En el caso de que esta persona haya hecho esto el año pasado cuando valía $195, habrá perdido plata contra cualquier otro instrumento financiero. 

Incluso quién compró billetes en el mercado informal durante la primera semana del año, cuando valía $165, tuvo un rendimiento del 20%. No sólo perdió dinero frente a la inflación, que acumula un 37% en lo que va del año, sino también contra un plazo fijo.

Esto no quiere decir que quién compre dólares va a perder en el futuro, está claro. Pero, mientras los titulares alarman sobre el blue en $200, los operadores más experimentados (y con muchos más fondos disponibles) apuestan a otros instrumentos de cobertura. 

Con una brecha entre la cotización oficial y las paralelas que se acerca al 100%, se especula con que los desequilibrios cambiarios no podrán sostenerse durante mucho tiempo. Si observamos los posicionamientos de las últimas semanas, el “mercado” apuesta a que la diferencia se cierre a partir de una suba del dólar que controla el Gobierno.

Las suscripciones a fondos atados al oficial tocaron un récord al llegar a los $23.000 millones solo en la primera quincena del mes. La demanda insaciable de estos instrumentos se ve reflejada en el rendimiento negativo de los bonos dólar linked en el mercado secundario. Además, el volumen de cobertura en el dólar futuro (Rofex) aumenta a una velocidad mayor que la de septiembre. 

En caso de que efectivamente se acelere la cotización mayorista de la divisa norteamericana, las consecuencias en el nivel de precios no tardarán en manifestarse. En este sentido se opera en las mesas: las suscripciones netas a fondos comunes de inversión que ajustan por CER (inflación) tuvieron un saldo de $6.210 millones en los primeros 15 días de octubre. 

Finalmente, un acuerdo con el FMI oficia de garantía para que estas apuestas se confirmen como ganadoras. La firma de un nuevo programa llevaría a que el organismo empuje al Gobierno a desarmar progresivamente los controles cambiarios y aumentar el ritmo de depreciación del dólar mayorista. Este razonamiento ayuda a explicar las exigencias para que se deje de “perder el tiempo” y se acuerde “rápidamente” con el Fondo.

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