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Filo.explica | Cromañon, el día que apagaron la luz

¿Qué pasó ese día? ¿Qué cambió después? ¿Qué impacto tuvo la tragedia en nuestro país? ¿Qué dice de nuestra sociedad lo ocurrido?

Filo.explica | Cromañon, el día que apagaron la luz

El 30 de diciembre de 2004 ocurrió uno de los hechos que cambian la historia de un país, que marcan un antes y un después. 194 jóvenes murieron y unos 1500 resultaron heridos en el incendio del local República Cromañón durante un recital de la banda Callejeros.

La que sería una noche de fiesta y música, terminó en una de las mayores tragedias nacionales. Pasaron 16 años, pero cada diciembre lo recordamos. Dónde estábamos, cómo nos enteramos y ese sentimiento de tristeza que inundó las fiestas de fin de año.

Callejeros estaba en su momento de mayor éxito. Tras casi una década de patear escenarios y consolidarse en la escena under del rock argentino, 2004 los encontraba con un presente soñado. Para celebrar la consagración, la banda planificó hacer tres recitales en Cromañón. Las fechas eran el 28, 29 y 30 de diciembre.

Sus recitales eran festivos, casi rituales, donde el público era un protagonista más del evento. Los músicos sobre el escenario ya no eran distintos a sus seguidores, sino que hablaban un mismo lenguaje.

Tan importante como la música y las letras, era el aguante del público, el pogo, las banderas y, claro, la pirotecnia.

Omar Chabán fue uno de los personajes de la cultura under musical y performática más importante de las últimas décadas. Para 2004, contaba con más de 20 años de experiencia como impulsor y promotor de una nueva movida cultural nacida a comienzos de los 80.

Callejeros encarnaba el crecimiento y la identidad de una juventud olvidada y estigmatizada. Sus shows se fueron ritualizando y el espectáculo parecía estar debajo del escenario, con seguidores que se comportaban como hinchas de la banda.

A menos de tres minutos de iniciado el recital, las bolas incandescentes de una candela impactaron en una media sombra en el techo. Esta se prendió fuego y quemó también los paneles acústicos, compuestos de espuma de poliuretano.

 La combustión generada por el fuego liberó ácido cianhídrico, cianuro y monóxido de carbono. Las llamas se expandieron rápido, la banda dejó de tocar y se cortó el sonido y la electricidad.