El juez federal Julian Ercolini indagó hoy a los dos detenidos el 22 de febrero en la Embajada Rusa por su presunta participación en el tráfico de cocaína al país de europa oriental. 

La indagatoria se hizo con la cooperación Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), a cargo de los fiscales federales Eduardo Taiano y Diego Iglesias. 

La investigación comenzó en el 2016, cuando integrantes de la Embajada Rusa informaron al ministerio de Seguridad el hallazo de 12 valijas con cocaína. Así inició la invertención de la Unidad de Operaciones Antidrogas de Gendarmería Nacional Argentina. 

Las doce valijas contenían 360 paquetes con clorhidrato de cocaína de alta pureza con un peso aproximado de 389,240 kilogramos. Contaban con la misma desde mediados de 2016, cuando la hicieron ingresar a la embajada dentro del equipaje de un diplomático. 

A partir de la salida de dicho diplomático la organización siguió controlando las drogas a través de I.B –uno de los detenidos- para entonces agente de la policía de la Ciudad.

La idea de los traficantes para hacer llegar la droga a un país europeo, desconocido todavía, era enviarla por un envío diplomático  y de esta manera evitar los respectivos controles aduaneros, lo que remitiría las valijas directamente a la puerta del avión.

Luego de la denuncia realizada por la embajada se incautó el material y fue cambiado por harina. Más adelante se le colocó a las mismas un gps para poder monitorearlas, en caso de que intenten ser trasladadas hacia otro destino.

Cuando las valijas fueron llevadas -con material sustituto- a Moscú, la Gendarmería Nacional, en conjunto con el Servicio Federal Ruso, detuvieron a otros tres integrantes de la banda e identificaron a uno de los organizadores, que se encuentra prófugo.