La Justicia ordenó que las 45 personas varadas desde el sábado en la frontera entre Uruguayana (Brasil) y Paso de los Libres puedan ingresar a la Argentina.

El grupo de argentinos volvía en un micro al país cuando el sábado fueron sorprendidos por una de las últimas medidas adoptadas por el Gobierno nacional para frenar el avance del coronavirus: fueron alcanzados por la disposición 763/2021, que suspende de forma transitoria el ingreso terrestre al país sin excepción, en la frontera que une la ciudad brasileña de Uruguayana con la provincia de Corrientes.

Desde entonces, permanecían varados en el micro que los había traído hasta acá y comían gracias a las donaciones de algunas personas de la zona.

Su caso llegó a los medios de comunicación, donde relataron la desesperante situación y remarcaron, una y otra vez, que no eran turistas. Sin embargo, Migraciones se negaba a habilitarles el ingreso.

Hasta este martes a la noche, cuando el juez federal de Paso de los Libres, Gustavo Fresneda, autorizó su ingreso. A los ciudadanos se les exigirá un test de PCR con resultado negativo de Covid-19 -el Gobierno de Corrientes se ofreció a hacerse cargo de las pruebas-, y, posteriormente, deberán cumplir con un aislamiento de 10 días.

Ayer, los pasajeros comenzaron a realizarse el hisopado en el paso fronterizo, y esperan tener los resultados este mismo miércoles. Así, los argentinos pasaron la que, esperan, sea su última noche en el micro, antes de emprender el regreso a casa.

De todos modos, aún no tienen en claro dónde cumplirán con el aislamiento, aunque el fallo indica que "una vez que las personas obtuvieran el alta luego del aislamiento, podrán trasladarse a sus domicilios dentro del territorio argentino".

Los 45 argentinos varados tenían vuelos a la Argentina desde San Pablo para el jueves pasado, pero debido a la suspensión de vuelos dispuesta por el Gobierno para evitar la propagación de nuevas variantes del Covid-19, decidieron comprar pasajes en micro.

Sin embargo, poco antes de llegar al paso fronterizo se vieron sorprendidos por otra decisión oficial: el cierre de fronteras con el país vecino.

Desde entonces, padecieron la falta de alimentos y bebidas y la incómoda situación de permanecer en un micro que no está acondicionado para esta situación.