Antártida verde, otra consecuencia del cambio climático
El continente más austral del planeta se está viendo afectado por los rápidos cambios climáticos en la región. ¿Podría este ser el comienzo de un nuevo ecosistema?
Un equipo de biólogos de la Universidad de Cambridge y el British Antarctic Survey creó, luego de seis años detectando y midiendo algas de la nieve a partir de de datos satelitales y observación terrestre, el primer mapa a gran escala dealgas que florecen en la Antártida y hacen que partes del continente se vuelvan verdes. En algunas áreas, de hecho, las formas de vida unicelulares son tan densas que hacen que la nieve verde brillante pueda verse desde el espacio, como se detalla en un nuevo estudio publicado en la revista Nature Communications.
Mucha gente piensa que la Antártida es solo nieve y pingüinos. Sin embargo, cuando mirás alrededor hay mucha vida vegetal. Y aunque estas algas no son ninguna sorpresa, los científicos creen que el florecimiento se expandirá debido al calentamiento global, que está creando las condiciones fangosas que necesitan para prosperar.
En este sentido, observaron, por un lado, que las floraciones de algas verdes se encuentran alrededor de la costa antártica (particularmente en las islas de la costa oeste de la península antártica), áreas "más cálidas" donde las temperaturas promedio están por encima de 0°C durante el verano austral.
Por otro, que esa distribución también está fuertemente influenciada por las aves y mamíferos marinos, cuyo excremento altamente nutritivo actúa como un fertilizante natural para acelerar su crecimiento.
Más del 60% de las floraciones se encontraron a menos de cinco kilómetros de una colonia de pingüinos, mientras que muchas otras algas crecían cerca de los sitios de anidación de otras aves, incluidos los skúas, y las áreas donde las focas llegan a tierra.
La consecuencia más directa y esperable de este crecimiento es el papel importante que juegan en el ecosistema del continente y su ciclo del carbono; dado que, al igual que las plantas, las algas generan su propia energía, utilizando la luz solar para capturar dióxido de carbono de la atmósfera y liberar oxígeno.
"Este es un avance significativo en nuestra comprensión de la vida terrestre en la Antártida, y cómo podría cambiar en los próximos años a medida que el clima se calienta", dijo el Dr. Matt Davey del Departamento de Ciencias de las Plantas de la Universidad de Cambridge, quien dirigió el estudio."Las algas son un componente clave de la capacidad del continente para capturar dióxido de carbono de la atmósfera a través de la fotosíntesis".