Desde que el coronavirus empezó a propagarse alrededor del mundo, una de las primeras dificultades que surgieron es la de viajar: los vuelos cancelados, los países cerrando fronteras y el aislamiento obligatorio, entre otras cosas, impiden que nos traslademos hacia otros lugares. A la gran mayoría estas medidas nos encontraron en nuestros hogares, pero hay un grupo que quedó atrapado en un entorno particularmente inhóspito: la Antártida.
El personal del British Antarctic Survey, una organización dedicada al estudio de las regiones polares para avanzar en nuestra comprensión de la Tierra como un planeta sostenible, estaba trabajando en las estaciones de investigación cuando ocurrió la pandemia.
Al final del verano del hemisferio sur, todos, excepto un equipo central, regresan a sus hogares; pero ese procedimiento se vio complicado este año por el COVID-19. Algunas de las rutas habituales, como a través de Chile en barco o avión, se cerraron debido a los bloqueos.
Ahora, el plan es llevar a los trabajadores del BAS en un ferry a las Islas Malvinas —que ya confirmó su primer caso— y luego a su hogar en el Reino Unido. Pero como esto llevará algún tiempo, la agencia de investigación está alquilando un crucero que actúe como alojamiento temporal.
"La situación fue cambiando todos los días", dijo la directora del BAS Jane Francis. "Crees que tenés algo en el lugar para regresar a todos a casa y luego sucede algo. Pero ese es el tipo de cosas con las que tenemos que lidiar. Tenemos que ser completamente adaptables porque trabajar en la Antártida es así: las condiciones cambian, el clima cambia".
Una vez que todos estén en casa, el siguiente problema es descubrir cómo mantener al virus fuera del continente. Los científicos normalmente comenzarían a retroceder en masa aproximadamente en noviembre, pero es posible que sus proyectos de investigación tengan que reducirse su alcance o incluso retrasarse un año, dependiendo de cuánto tiempo duren las condiciones de la pandemia.
"Estamos trabajando muy duro para hacer eso", dijo Francis. "Estamos tratando de asegurarnos de que cualquier persona que vaya a la Antártida esté libre del virus. Pero creo que ese será nuestro desafío para la próxima temporada".