El estado de hibernación en humanos tiene larga data en el mundo de la ciencia ficción, particularmente en lo que a viajes espaciales se refiere. Desde la clásica película de Stanley Kubrick, 2001: A Space Odyssey, hasta la más reciente Interstellar, pasando incluso por la serie de trilogías más popular de la historia, Star Wars; la posibilidad de una suspensión artificial estuvo merodeando la imaginación humana desde hace rato.
Y según John Bradford, un ingeniero aeroespacial que trabajó en la NASA para desarrollar un protocolo de hibernación humana, no se encontraron obstáculos ni ninguna razón por la que esto no podría ser posible.
¿Qué es la hibernación?
Ardillas, osos, mariposas, pájaros, erizos y murciélagos, entre muchos otros, son capaces de hibernar o "suspender" su metabolismo para ahorrar energía; es la forma que tienen para sobrevivir a inviernos fríos y oscuros sin tener que buscar comida o migrar hacia lugares más cálidos.
Incluso aquellos animales que habitan zonas con climas tropicales experimetan un estado similar a la hibernación —llamado estivación—, pero para sobrevivir al calor extremo, la sequía o la falta de alimentos.
Este estado de letargo es mucho más que simplemente dormir. Dependiendo de la especie, puede variar desde una inconsciencia larga y profunda hasta ligeros períodos de inactividad.
Las estrategias más comunes van desde un descenso de la temperatura corporal y una ralentización de la frecuencia respiratoria en el caso de los animales homeotermos (de sangre caliente) hasta enterrarse en madrigueras de barro húmedo para protegerse de la deshidratación y de las altas temperaturas en el caso de aquellos acostumbrados al clima cálido.
Los viajes al espacio
El principal interés de los científicos en la hibernación humana tiene que ver, como bien nos cuentan las películas, con los viajes espaciales. Esto les permitiría a los astronautas, por ejemplo, no tener que llevar tanta comida o agua consigo —y dado que el presupuesto aumenta con cada kilo adicional, cuanto menos mejor—.
Otra gran ventaja de este mecanismo de "ahorro de energía" es que podría servir para evitar el estrés psicológico asociado con largos períodos de aislamiento. Muchas de las herramientas que tienen actualmente los astronautas para comunicarse con otros no estarían disponibles cuando el destino es, por ejemplo, Marte.
Se estima que llevar una botella de agua de 500 ml cuesta entre 9 y 43 dólares.
Hoy en día el mayor obstáculo tiene que ver con encontrar una forma de regular la temperatura del cuerpo: nuestras temperaturas solo cambian como una indicación de peligro —fiebre o hipotermia— y unos pocos grados pueden significar la diferencia entre la salud y la muerte inminente.
En 2014 la NASA se interesó por saber cuánto tiempo un ser humano puede permanecer hibernando y conservar un buen estado de salud, y financió entonces una investigación sobre hibernación a largo plazo con el fin de facilitar los viajes espaciales.
John Bradford, quien lidera esa investigación, se muestra optimista en cuanto a superar ese principal obstáculo. Sostiene que la hibernación no es inconcebible y que él y otros científicos están trabajando en determinar como pueden hacerlo. De lograrlo, habrán superado uno de los obstáculos más grandes y tal vez incluso allanado el camino para la exploración del espacio profundo.