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Cine y series #Emmys

Emmys 2019: 5 decepciones y 5 sorpresas

Pasó una nueva entrega de premios a lo mejor de la TV de los Estados Unidos y repasamos todo lo bueno y lo no tanto que nos dejó la ceremonia.  

Emmys 2019: 5 decepciones y 5 sorpresas

La 71° entrega anual de los premios Emmy nos entregó un saldo más que positivo y muchas sorpresas para bien, más allá de una ceremonia que dejó bastante que desear (¡búsquense un host como la gente!). A pesar de sus 32 nominaciones, y el galardón principal de la noche (Mejor Serie Dramática), “Game of Thrones” no arrasó con las categorías y, en cambio, se llevó a casa un par de estatuillas un tanto obvias. Está bien, los votantes decidieron premiar el final de un show que dejó su marca en la historia de la TV y la cultura pop, rompiendo la barrera de los convencionalismos dentro de los géneros en la pantalla chica.   

Igual, la muchachada de Westeros se retiró vencedora como la más galardonada de la entrega (hay que sumar los premios artísticos repartidos la semana pasada), y sumó 12 estatuillas para HBO, la cadena triunfadora de la noche con 34 premios en total, incluyendo los diez de “Chernobyl”, cuatro para “Last Week Tonight With John Oliver” y los tres de “Barry”. Después de la estocada del año pasado, Netflix quedó en segundo lugar con 27 premios Emmy, pero la gran Cenicienta del baile, sin dudas, fue Amazon Prime Video que juntó 15 galardones, incluyendo los ocho de “The Marvelous Mrs. Maisel” y los seis de “Fleabag”.

Como verán, todos se fueron contentos, y a pesar de la buena repartija, hubo sorpresas y algunas decepciones, de esas que tienen más que ver con los gustos personales.   

No tan triunfante

SORPRESA: Game of Thrones

No podemos decir que a la creación de David Benioff y DB Weiss le pintaron la cara (al fin y al cabo fue la serie vencedora de la noche), pero sí nos sorprende un poco que no haya colectado más premios principales, más teniendo en cuenta que la mayoría de su elenco se coló en las categorías actorales. Nadie va a discutir la merecida estatuilla de Peter Dinklage, pero qué poco amor para las chicas del reparto. Gwendoline Christie, Lena Headey, Sophie Turner y Maisie Williams peleaban por el galardón a Mejor Actriz Secundaria y se fueron con las manos vacías viendo con sorpresa el triunfo de Julia Garner. Lo de “divide y vencerás”, acá no funcionó tanto. Lo mismo ocurrió con el rubro a Mejor Director donde GoT competía con tres episodios. Miguel Sapochnik se lo merecía por la espectacularidad de  “The Long Night”, pero suponemos que los votantes no vieron un pomo.

Un poquito de reconocimiento para "Así Nos Ven"

DECEPCIÓN: When They See Us

La contundente miniserie de Netflix, creada por Ava DuVernay, tenía todas las de ganar, pero le tocó competir contra “Chernobyl”. A pesar de sus 16 nominaciones, apenas se llevó dos estatuillas a casa: Mejor Casting para una Serie Limitada y Mejor Actor para Jharrel Jerome, quien interpreta las dos versiones de Korey Wise. Sorpresa y no tanto para el joven actor que competía con pesos pesados como Mahershala Ali, Benicio del Toro, Hugh Grant, Jared Harris y Sam Rockwell. Eso sí, qué momento emotivo ver a los ‘cinco exonerados’ presentes en la sala compartiendo el triunfo de su propia historia, una que gracias a Ava y la N roja cobró un poquito más de relevancia.

Phoebe, la imparable

SORPRESA: Fleabag y Phoebe Waller-Bridge

Ya lo pronosticamos ayer cuando tiramos nuestras predicciones: este fue el año de Phoebe Waller-Bridge, que coronó esta afirmación con las seis estatuillas de “Fleabag”, incluyendo Mejor Serie - Comedia, Mejor Guión y Dirección, y Mejor Actriz para la londinense, que ya no sabía qué mano utilizar para cargar todas sus estatuillas durante la noche de ayer. Si no les alcanza con la comedia de Amazon, Phoebe también es responsable de “Killing Eve” (al menos su primer temporada), y el guión de “No Time to Die” (2020), la próxima película de James Bond. Waller-Bridge es la punta de lanza de la ‘invasión inglesa’ que hizo de las suyas durante la71° entrega anual de los premios Emmy. No nos quejamos.  

La próxima será

DECEPCIÓN: Better Call Saul

Otro año y otra entrega donde la muchachada de Albuquerque se va con las manos vacías. Nada, ni un premio consuelo para el spin off de “Breaking Bad” (2008-2013), uno de los dramas más celebrados y premiados por esta misma Academia. El 2020 traerá el final de esta precuela y, sin “Game of Thrones” a la vista, esperemos que haya revancha para Jimmy McGill (Bob Odenkirk) y compañía, una de las mejores series de la TV. Se viene “El Camino: A Breaking Bad Movie” y esto podría funcionar como ayudita de memoria para los votantes. Vamos a cruzar los dedos.  

La categoría es: ganadores del Emmy

SORPRESA: Billy Porter

“Pose” puede no ser perfecta, pero el drama inclusivo de Ryan Murphy se ganó su merecido lugar entre las nominadas a Mejor Serie Dramática. Claro que tenía pocas chances de ganar en dicha categoría, pero celebramos el triunfo de Billy Porter (Pray Tell), alma de este paseo por la “ball culture” neoyorquina de finales de la década del ochenta y principios de los noventa que, por sobre todas las cosas, se hace eco del colectivo LGTB+. Ya va a llegar ese día en que la Academia salga de su zona de confort y premie a la primera actriz o actor trans. Acá tienen actuaciones para elegir, muchachos.

La política ya no garpa

DECEPCIÓN: Julia Louis-Dreyfus y Veep

Decepción a medias ya que a Julia Louis-Dreyfus no le faltan los premios para alardear. La actriz y productora tiene ocho estatuillas adornando sus estantes, las últimas seis gracias a la interpretación de Selina Meyer en “Veep”. Así es, Julia ganó por cada temporada de la comedia de HBO, excepto ayer por la noche donde Phoebe Waller-Bridge le rompió el invicto. Pensamos que el factor ‘temporada final’ iba a jugarle a su favor, pero la última entrega de la sitcom política se fue con las manos vacías, más allá de que aspiraba a ocho estatuillas.  

Si somos una familia muy normal

SORPRESA: Succession

El drama creado por Jesse Armstrong pasó un tanto desapercibido entre la crítica y el público. Por suerte, no para los votantes que recompensaron a la familia Roy (como si necesitaran que alguien más les inflara el ego) con dos estatuillas: Mejor Música de Títulos y Mejor Guión para el mismo Armstrong, que se impuso ante el final de temporada de “Better Call Saul”, “Killing Eve”, y lo mejor de la segunda entrega de “The Handmaid’s Tale”. También al inconcebible desenlace de “Game of Thrones”, pero esto nadie lo discute. El drama de HBO.

Siempre serás "nuestra persona"

DECEPCIÓN: Sandra Oh

La cosa es así: a lo largo de sus 71 años de entregas, el Emmy sólo premió a un actor/actriz de origen asiático. Archie Panjabi se alzó con la estatuilla en 2010, gracias a su papel secundario en “The Good Wife”. El año pasado, Sandra Oh se convirtió en la primera actriz asiática en ser nominada en la categoría de Mejor Actriz Principal - Drama, pero perdió contra “la reina” Claire Foy. Este parecía ser el momento de la revancha, pero fue su compañera de elenco, Jodie Comer, la que se llevó el premio a casa. Desde acá levantamos el cartelito de “Las queremos a las dos”, pero Sandra la viene remando desde sus días en el Seattle Grace Hospital. Siete nominaciones en total y nada en la repisa.  

Mirá de quién te burlaste

SORPRESA: Ozark

Calladito, calladito, el drama de Netflix rompió un par de prodes. “Ozark” protagonizó dos de las grandes sorpresas de la noche, primero, cuando Julia Garner se impuso como Mejor Actriz de Reparto, destronando a la mitad del elenco de “Game of Thrones”. Totalmente merecido para la joven intérprete que supo ser la Kimberly Breland de “The Americans”. Más sorpresivo aún fue el galardón para Jason Bateman en su papel de director, pintándoles la cara a todos los realizadores de los Siete Reinos y al genial Adam McKay, nominado por “Succession”. Justo o no, Bateman es un favorito de todos desde sus días en “Arrested Development”, ¿no?

No Los Simpson te salvan

DECEPCIÓN: La ceremonia

El peor premio de la noche debería ser para los organizadores del show que, este año, decidieron no contar con un anfitrión (como los Oscar), y dejar que los presentadores se lucieran con ‘momentos de comedia’ muy poco felices. La mayoría de las introducciones no funcionaron y hasta el número musical protagonizado por Adam Devine fue un despropósito. Esto ralentizó gran parte de la ceremonia, bastante aburrida, incluso, dentro de sus propios parámetros. La próxima nos quedamos con Alexa.

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