Históricamente, el ante último episodio de cada temporada de Game of Thrones estuvo cargado de épica y violencia por partes iguales. Anoche no fue la excepción y los creadores de la serie se despacharon con un festival de sangre y fuego, en la que puede ser la batalla más cruenta hasta el momento.

Por supuesto, este sádico episodio se cobró la vida de varios personajes principales, que tenían los días contados. El primero en morir fue Varys, el Maestro de los Susurradores, ejecutado por traición. Su último acto fue difundir la noticia del verdadero linaje de Jon Snow y murió de la forma en que siempre vivió, con una frase sabia y el interés del pueblo en primer lugar. Pero lo que no termina de cerrar es el hecho de que haya sido entregado por Tyrion, que además vuelve a ser perdonado por su “error” por la Madre de Dragones.

Más allá de la muerte de soldados anónimos, el siguiente en la lista es Euron Greyjoy. Daba prácticamente lo mismo si moría tras el naufragio de su flota, no es un personaje que realmente se haya ganado el cariño del público desde que apareció hace relativamente poco. Sin embargo, sobrevive hasta llegar a la orilla de King’s Landing y se encuentra con Jaime Lannister, justo a tiempo para herirlo de muerte y evitar que salve a Cersei. Para gran parte de la audiencia, la pelea entre estos dos personajes fue una pérdida de tiempo.

El otro gran enfrentamiento fue el conocido como ‘Clegane Bowl’. El rencor entre los hermanos Sandor “El Perro” y Gregor “La Montaña” quedó establecido desde la primera temporada, pero la resolución de sus conflictos mediante un duelo era algo más requerido por los fans que por la trama. Así tuvo lugar la fatídica pelea, que se cobró también la vida de la Mano de la Reina regente, el enigmático Qyburn. Y dejó una escena bastante cómica de Cersei escapando de la pelea, mientras los hermanos Clegane se mataban mutuamente.

Ser Gregor ofreció más resistencia que el mismísimo Rey de la Noche y en un momento la pelea parecía terminar de la misma manera que cuando la Montaña se enfrentó a Oberyn Martell en aquel fatídico juicio por combate. Finalmente Sandor lo arroja al fuego para derrotarlo, enfrentando su más antiguo miedo y, al caer junto a él, cerrando el círculo de su historial no tan fraternal.

Pero no fueron los únicos hermanos que murieron juntos y ese paralelismo es una elección narrativa bastante extraña. Mucho se especuló con la muerte de Cersei a manos de Jaime, la redención de éste y el sufrimiento que le esperaba a la villana más grande que tuvo la serie hasta este momento. Jaime fue uno de los personajes que más evolucionó en toda la historia, solo para volver al lugar de donde partió.

Algunos ven un final muy injusto para estos dos personajes en calidad de iguales, a la vez que esta muerte poética romantiza una de las relaciones más perversas de la serie. Mientras otros creen ver cumplida la profecía del ‘valonqar’, aquel hermano menor que pondría fin a la vida de Cersei con sus manos alrededor de su cuello, cuando estuviera ahogada en lágrimas. Hay cierta justicia en el hecho de que la reina haya muerto aplastada por el peso de su propia soberbia, pero el detalle de que Jaime estuviera junto a ella deja muchísimas dudas entre los fans y es uno de los finales más discutidos.

Sin dudas uno de los momentos más tensionantes y mejor logrados del episodio fue mientras la cámara seguía el paso de Arya Stark por las ruinas de King’s Landing, tras dejar de lado su deseo de venganza por Cersei. Varias veces Arya estuvo por sufrir el mismo destino que otros personajes, incinerada por el fuego de dragón, aplastada por los derrumbes o por una estampida humana, pero una vez más le dijo a la muerte ‘Hoy no’.