El Atlético de Madrid publicó un comunicado oficial minutos después de que Barcelona confirme la contratación de Antoine Griezmann para la próxima temporada y aclaró que inició "los procedimientos que ha considerado oportunos para la defensa de sus derechos e intereses legítimos". 

El conflicto se genera porque los 120 millones de euros que pagó el Barcelona por la cláusula del francés representan un descenso de los 200 millones que debía pagar si el acuerdo se hacía antes del 1 de julio. 

La directiva del equipo que dirige Diego Simeone considera que "el compromiso del jugador y del Fútbol Club Barcelona se cerró antes de que la citada cláusula se redujera". Y cita además el mensaje del jugador el 14 de mayo, cuando confirmó su intención de cambiar de aire.

Es decir, los Colchoneros creen que el contrato terminó antes del 1de julio, por lo que al club deberían ingresarle 200 millones libres de impuestos y no 120 como sucedió en la sede de La Liga.