Ricardo Caruso Lombardi fue protagonista en los medios argentinos deportivos por dos motivos. Por un lado, su estado delicado de coronavirus y recuperación en curso hicieron que reciba todo el apoyo, y luego apareció su denuncia ante la justicia argentina por un fallo del Tribunal de Disciplina, que pasó por alto las cortes deportivas.

Ante esta situación, la FIFA mostró los dientes y le envió un reto a la Asociación del Fútbol Argentino a través de una carta asegurando que "uno de los principios fundamentales establecidos en los estatutos de la FIFA y de la AFA es la prohibición general de amparo ante los tribunales ordinarios".

"Debiendo someterse todo recurso contra una decisión de los órganos jurisdiccionales competentes de la AFA ante un tribunal de arbitraje independiente, debidamente constituido y reconocido por la reglamentación de la AFA o de la CONMEBOL; o el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD)", agrega el mismo.

En la carta enviada se detalla "la prohibición de recurso ante los tribunales ordinarios establecida en los estatutos de la FIFA debe entenderse en relación con las materias reguladas por los reglamentos de la FIFA".

Caruso Lombardo se presentó para objetar una sanción del Tribunal de Disciplina de la AFA sin agotar las instancias jurídicas deportivas anteriores, además de exigir un resarcimiento contra el presidente de la asociación por "daño moral". Tras un fallo en contra, desde Zurich salieron con los tapones de punta para que no ocurra.