En una fecha con numerosas irregularidades y que daba todas las señales de terminar de la forma en que lo hizo, Sporting Club Victoria de San Luis y Peñarol de San Juan se enfrentaron en una batalla campal que dejó heridos.

Ocurrió en San Luis, en el marco del torneo Regional Amateur de AFA, y desde el comienzo era evidente el clima de tensión: en primer lugar, el partido inició media hora tarde por falta de ambulancia y médico. Luego, a 30' de haber empezado, llegó el primer incidente: el árbitro decidió expulsar a Walter Quevedo, jugador de Victoria, lo que generó la ira del conjunto local.

Empujón va, empujón viene, el juez de línea terminó en el suelo, agredido por los propios futbolistas. Todo indicaba que se suspendía, pero al arribar un refuerzo de seguridad, decidieron continuarlo.

Tras 25 minutos de descanso, mientras se debatía si suspender el partido o no, hubo quórum para salir a jugar el complemento. El juego fue picándose cada vez más hasta que en el minuto 30' la hinchada local tiró 6 bombas de estruendo. El árbitro paró el partido y dio paso a la batalla campal.

Primero eran sólo ambos planteles, pero luego se sumaron los hinchas de Victoria a agredir a los jugadores de Peñarol. Éstos terminaron trepando por los alambrados para escapar de la pelea.

Jugadores y técnicos del equipo sanjuanino resultaron heridos, la mayoría con cortes y algunos incluso hasta sufrieron descompensaciones.