En una entrevista con humor pero sin dejar de lado la seriedad, Migue Granados conversó con Gastón Pauls sobre sus adicciones y la relación tanto personal como el impacto social que generan. "Me siento esclavo con el pucho, lo siento desde que quise dejarlo y no pude, crei poder dejarlo y no pude, lo padezco, meda asco", comenzó contando.

Así se expresó en su paso por Seres Libres, el programa ideado y conducido por el también actor, que en esta segunda edición por Crónica TV, fue recientemente distinguido de Interés General por la Legislatura porteña. 

"Las redes sociales son una falopita linda, peligrosa como todas", Migue Granados.

"Soy esclavo del pucho, creo que soy el dueño pero no, esclavo total. Me vendría bien pegarme un sustito así lo dejo. Cuando me hago estudios, soy muy hipocondríaco… cuando me hago la placa de pecho una vez al año y el loco hace clack ya le pregunto: '¿y?'. El cigarrillo es una compañía chota, no me imagino muchas cosas sin el pucho. No puedo cagar sin el pucho, puede no haber inodoro, pero tiene que haber un pucho", mencionó.

El humorista y conductor del podcast La Cruda, se sinceró también respecto de sus complejos, la relación con la comida, y reflexionó sobre el humor como el humor como "vacuna" ante la mirada externa.

"Ser gordo me funciona por quien soy y de lo que laburo porque hay una realidad: a mí me llaman para hacer cosas de marcas que la opción es Barassi o yo. ¿Con quien vas a hacer una publicidad de crema de nutella? 'Si Barassi es muy caro, hacelo vos, Migue'. El chistoso gordo no es el chistoso flaco", sostuvo.

"Los complejos son bravos, yo creo que no se manejan. La mayoría de las personas no asume los complejos, se escapan. Muchas veces el problema también son las familias: si tu hijo es gordo, lo mandás a bajar de peso. La salida rápida es la no aceptacion sino resolverlo", manifestó.

Sobre este punto, reconoció que se "mide un montón" o por influencia de su pareja, "con las palabras con mi hija": "—Ni siquiera le digas 'el gordo nahuel', por más que le digan así— me dice, que la palabra gordo no sea un estigma".

Los complejos llevaron también a hablar de su trabajo y el vínculo ambiguo que generan las redes sociales. "La red social es falopa pura y es tan daniño cuando la encontrás. Cuando tengo ganas de levantar un poquito el ego digo 'vamos a twitter'. Es una falopita linda, peligrosa como todas: subís un video y estás viendo ahí, cuántas reproducciones tengo, cómo nos va en stories", reflexionó.

"Me preocupa mucho el pucho, ya lo estoy viendo oscuro, lo de la comida 'lo puedo controlar' como dice un adicto, lo disfruto. El pucho lo padezco. Las redes sociales las disfruto mucho, me dan dinero para invertir en momentos o en viajes pero también es un lugar donde es fácil y gratis ser malo", añadió.

Hacia el final de la nota, Pauls le preguntó qué significa la libertad para él, el término que da nombre al programa y al vínculo de cada invitado o invitada que pasa por allí. "La libertad es estar conforme con uno mismo", cerró.

Si estás atravesando o conocés a alguien en situación de adicción, podés comunicarte con la línea gratuita 141, o de manera virtual. Asistencia anónima y en todo el país durante las 24 horas, todos los días de año.